L A K Ú M A  -  P U S Á K I

  EL FUEGO EN EL AGUA

AÑO 18, NÚMERO 62     PRIMAVERA - VERANO 2020 - 2021     ZOMBIS PANDÉMICOS

 

 


 

    B Ú S C A N O S   E N   E L   U N I V E R S O   D E   M E N T I R A   C O M O  

    L a k u m a    P u s a k i

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

G A L E R Í A   P L Á S T I C A

O B R A   V I S U A L   D E

M A N U E L   E D U A R D O   P E R T I E R

 

 

 

 

S E S I O N E S   E N   V I V O

C O N V E R S A N D O

C O N   V I L Ú

 

 

 

 

 

 

 

E D I T O R I A L

EL BELLO SALTO DE UN ESTUDIANTE


 

 

En medio de la pandemia, las conspiraciones, el nuevo orden mundial, las portadas de The Econimist ("Everething's under control"), el gran gobierno, la libertad y el virus; en uno de los vértices del mundo están ocurriendo mayúsculos cambios sociales. Tal parece que el cloroformo de masas perdió su efecto y la gente en Chile se decidió por fin a gritar por justicia y dignidad.

 

Hace un año, el 18 de octubre de 2019, comenzó una gran movilización social como hace muchos años no se había visto, quizás desde las grandes jornadas de protesta nacional que ayudaron a derribar el régimen de Pinochet. Cientos de miles de personas repletaron las calles del país, las imágenes de la marcha más grande de su historia dio la vuelta al mundo, así como lo hizo un canto reivindicativo, de toda claridad y urgente en la voz de las mujeres: "El violador eres tú". ¡Cuántos machos se sintieron interpelados y ofendidos! Es que la verdad ofende, de eso no hay duda. El movimiento también trajo violencia (¿hay alguna revolución que no la tenga?), pero la más patética y horrible es la violencia que el Estado siguió ejerciendo contra los ciudadanos. Si en los últimos 30 años fue la violencia de la desigualdad social, las pensiones de pobreza, el endeudamiento eterno en la educación superior, la salud no garantizada, el agua en manos privadas; ahora la policía militarizada atacó con más fuerza a la población civil. Se perdieron decenas de vidas, cientos de ojos. Se torturó, golpeó, y violó. La clase política buscó acondicionarse al momento y, luego de días de conflicto, propuso una mesa de trabajo "por la paz" y se determinó la posibilidad de escribir una nueva constitución, un hecho inédito, ya que es la primera vez que el pueblo tiene la posibilidad de participar activamente en este proceso: cambiar la carta magna que se redactara hacia 1980, bajo los ojos torvos de la dictadura cívico militar de derecha.

 

Pero esta clase política chilena buscó resguardar sus privilegios. Aunque algunos vociferen por lo contrario, la verdad es que, en las sesiones de las cámaras de diputados y senadores, se han aprobado varias indicaciones que hacen muy difícil la participación ciudadana que esté ajena a la militancia de los partidos. A pesar de eso, esta es una oportunidad nueva y tal vez única, que se debe a la presión que ejerció la gente con los cientos de marchas que, incluso en medio de la pandemia, no han cesado.

 

Al momento de escribir estas líneas, faltan unos pocos días para que se realice el plebiscito en el que la gente decidirá si quiere una nueva constitución o no, y el mecanismo  para redactarla. Seguramente ganará la opción del apruebo y Chile escribirá su hoja de ruta, ojalá más justa y digna. Es muy seguro que algunos leerán esto cuando el proceso ya haya ocurrido. Hay que tener por cierta una cosa, el movimiento social en Chile no se detendrá hasta que los políticos y todos los grupos de poder se den cuenta de que no pueden seguir sangrando a este país. El que una vez fue llamado por un triste presidente como "el oasis de américa latina" y luego, el bello salto de un estudiante sobre un torniquete del metro para evadir el pasaje dio inicio a la más grande revuelta de Chile. Sí apruebo, aprobamos, pero el pueblo no bajará los brazos ni saldrá de las calles si los poderosos intentan nuevamente engañarnos.

 

Miguel Moreno Duhamel

 
 

 

 

 

 

 

E  s  c  r  i  b  e  n      H  o  y

 

L u i s   C a ñ i o   M a l p u

E d i t h   C o n t a d o r

E z r a   C z i c z i n i - R á k ó c z i

A n t o n i o   M a d r i d

A l b e r t o   M o r e n o

E u g e n i a   P r a d o   B a s s i

A n d r e a   R í o s

S e b a s t i á n   N ú ñ e z   T o r r e s

P a t r i c i o   Y b a r r a


 

 

C O M E N T A R I O S   D E   L I B R O S

 

" L A   P A N D I L L A   D E L   A B U E L O "

d e   J. C. M i e r e s


 
 

" P S I C O F Á R M A C O "

d e   L u i s   C a ñ i o   M a l p u


 
 

" A   P R I M E R A   H O R A "

d e   A n n i   G a r r i d o


 
 

" H I J O   D E L   S O L "

d e   M i k é l


 

 

 

E L   G R A M Ó F O N O

 

 

R e n é   A c e v e d o

P o e m a s   e n   A u d i o


 

 

G A L E R Í A S   P L Á S T I C A S

 

 

E D I C I O N E S   A N T E R I O R E S

 

 

L O S   E S C R I B I D O R E S

 

 

E D I C I O N E S   A N T E R I O R E S

 

 

R E P O R T A J E S

 

 

E D I C I O N E S   A N T E R I O R E S

 

 

 

 


 

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