El Último Trabajo de Heracles

d e   M a t í a s   A m e n g u a l


 


Matías Amengual, joven poeta Argentino nacido en Catamarca en 1984.  Último trabajo de Heracles es su primer libro. Último trabajo de Heracles se editó en Argentina por Alción Editora en el 2009 y en el 2010 en Perú por Lustra.

 

Entregamos acá un extracto de las palabras que Manuel Fontenla escribiera sobre el libro y una selección de poemas del mismo.


 

"Algunos poetas no sólo pueden encontrar inspiración en la obra de otros sino que también en algún poema en particular y lo que aquel poeta escribió en ese poema de manera casual o inconsciente puede alertar en otro poeta atento toda una posibilidad. Último trabajo de Heracles da la sensación de querer llevar hasta el fondo lo que Yeats apenas esbozó en su poema No second Troy, como también la intensidad dramática de otro poema, el breve Francesca de Pound y que quizá haya concebido de manera irónica conforme a sus primeras composiciones. Pero el lector, con razón advertirá y sugerirá el influjo de Kavafis en los textos. Todo esto puede ponderarse en cuanto a la forma pero lo cierto es que en el contenido abundan y hasta imperan los temas que desarrolla la elegía amatoria romana y a veces este puente se hace explícito. Sobre este género clásico se debe decir que los precursores fueron los epigramas de Catulo, contemporáneo a Julio César, con poemas de una sensibilidad y belleza únicas, que a su vez se miraban algunos en la poetisa griega Safo y en los epigramas de los poetas alejandrinos, sobre todo Calímaco; pero el género alcanza su máximo desarrollo con Tíbulo y Propercio, también con Ovidio aunque hay que destacar que con otro tratamiento; los tres bajo el principado de Augusto, el sucesor en el poder de Julio César luego de las guerras civiles. En Catulo, Tíbulo y Propercio, predomina la pasión, el amor profesado y el amor perdido, y si es pasión es porque hay algo irresoluto, un fuego (flamma amoris) que busca consumarse. Pero el rasgo principal aparte de los sentimientos es la presencia de la belleza que multiplica el deseo y el amor hasta el grado de padecerse (tormenta amoris) o considerarla sobrehumana (puella divina) y convertir al amante en un soldado dispuesto a la conquista (militia amoris), pero corriendo el riesgo de perder o de terminar voluntariamente imponiéndose el olvido (renuntiatio amoris)..."

 

"...al principio toda pasión es desordenada, agravada por el dolor o potenciada por la humillación, cualquier tipo de dolor irrumpe en el individuo para vulnerarlo en su identidad, en su orgullo, pero también para posibilitar una apertura porque de alguna manera sufrir es nacer, es comprender y aproximación a los demás. En Paraíso, Matías Amengual sugiere eso, que el saber, diferenciado al conocimiento que es puramente práctico, se configura en el padecimiento, es el hombre expuesto quien se abre a poder contemplar el mundo más allá de sí mismo. Dante, que escribió que le hubiera gustado responder con el cuchillo, fue un hombre sometido a todas las desgracias de su tiempo, pero que terminó respondiendo con la palabra al juzgar a su tiempo en el Infierno y el Purgatorio, que como se sabe, si se escucha bien eso, en el fondo, la Divina Comedia, es una queja que alienta amor, una queja gigante por la falta de ideal. En ese punto, cuando la pasión concibe un ideal, es cuando se ordena, cuando trae al mundo lo que aprendió sobre sí mismo y sobre los demás y se proyecta; podría resumirse ese proceso con la formula que concibió genialmente Pessoa: Lo que en mí siente está pensando, de la que también se adueñaba para sí Saramago alterando el orden pero no el sentido Lo que en mí piensa está sintiendo. Y de este proceso es susceptible el hombre que siente y piensa y del que Hesiodo refiere que si perdiera esas capacidades, reduciéndonos de nuevo al puro instinto, volveríamos a la bestia; pero que paradójicamente, si se persiste en la pasión desordenada también se vuelve a la bestia como denuncia Nietzsche que ocurre cuando los hombres que sienten mucho, como en el caso de Medea. Lo que recuerda la condición del hombre en la tierra siempre teniendo que lograr equilibrios para poder subsistir.

 

¿Pero por qué una vez más, en la poesía, toda esta evocación al mundo antiguo? Esta operación literaria es sumamente arriesgada en la actualidad, aún resignando toda pretensión metafísica, quizá encuentre justificativo en la coincidencia simultánea y reconocible con los valores de aquel viejo mundo conformando así un símbolo que se trasciende, una razón estética, nutrida de calles y de metros tanto de elegías como de las tradiciones griega y judeo-cristiana. Se considera que es ahí donde nace la posibilidad estética y literaria, en esa íntima coincidencia de lo más actual con lo más antiguo, con la singularidad que la literatura, en su gran mayoría, siempre había usado lo antiguo como recurso literario, y en Último trabajo de Heracles es un sentimiento y una necesidad, que cada lector deberá juzgar meritorio o no. El mundo antiguo, en estos textos, es un punto de llegada, de coincidencia, no un motivo o punto de partida.

 

Último trabajo de Heracles es también una profunda pregunta por lo justo, y ese desvarío es permitido y propiciado por la insuficiente capacidad que tiene el pensamiento para poder fundar definitivamente la ética como tal en el tiempo. Entonces, ¿cómo actuar ante los demás, bajo el gran repliegue que ha tenido la cultura de la compasión que un día servía como rectora y que permitió el surgimiento de Dante y Shakespeare? Ese repliegue, se hace un sentimiento reconocible en estos versos: estar con los dioses es estar solo/ en la noche en que retornan. Pero no hace falta ahondar en eso, está a la vista ¿cómo apostar en el perdón, en el amor leal, cuando ya todo eso no son negocios y en realidad terminan por sumirnos en más soledad volviendo lo que eran convicciones en actos de fe radicalmente opuestos al mundo? Justamente, porque hoy la medida de todo es su rentabilidad, en nuestra cultura que casi a reducido todas las finalidades de la vida en el placer y entretenimiento como valores superiores..."

 

"...hay que señalar un último rasgo relevante en Último trabajo de Heracles y es que nunca en su espíritu termina de cerrarse como un libro de denuncia completamente (otro procedimiento literario hoy percibido como engorroso en la literatura), impedido por ser símbolo de la eterna incontinencia del hombre bajo el designio de su deseo (evidenciando el para nada menos eterno sensualismo que de Grecia llega hasta hoy), acrecentando así una identidad fugitiva sin habérselo propuesto como finalidad, sino como efecto por las circunstancias históricas en las que aparece".

 


Algunos poemas de

Último Trabajo de Heracles.


 

ALCIBÍADES

 

Podrían los propios atenienses seguir a la muerte

sólo porque tus labios se asemejan a un fruto de mar

o porque tu rostro precioso es un lago en la ciudad;

venderse tu lealtad a Esparta, o al enemigo persa,

y una gleba ilustrada observarte ir tu camino

porque tu sola presencia que anuncia verano

                                               y tu cuerpo esbelto

pueden arrogarse cualquier asamblea

que se extravía en tu mirar

hasta ya no saber si eres un hombre o un dios.

Y se estrellarán nuestros corazones,

porque lo hermoso quiere permanecer indómito:

bello Alcibíades, que la belleza es tirana,

y no incurre en desmesura, porque la belleza es exceso.

 

 

LA OTRA GLORIA

 

Anoche ha descendido Medea

              por los caminos solos

rompiendo el bullicio que la señala

y abriendo las esquinas.

Lleva el pelo enmarañado

va envuelta en llama y gloria ajena

presurosa hacia lo más intenso:

un firme decreto gobierna su corazón.

Conserva aún sangre en las manos

y firme daga; avanza, sorda

por los gritos tras su paso,

¿qué hay más fuerte que Medea?

                              Pronto, impoluta,

cruza la madrugada y mata su propia prole.

Ahora las ciudades ya no son las ciudades

y el mundo ya no es la Historia;

la tierra se estremece

y Medea asciende en alado carro

porque ante los dioses

todo crimen de amor es justo.

 

 

LA COMUNIDAD IMPOSIBLE

 

                                                 Ch´uscio per te della volgare echiera?

                                                                                                    Inf., II.

 

Que abdique la propiedad privada

y que abdique el poder:

                                mas será en vano

mientras no se pueda abolir la belleza,

porque humilla al hombre e inquieta el alma,

liba el orgullo indiferente a lo tierno

con guirnaldas en los senos y en los pies,

la nupcia fugada. Que abdique

porque no es más que el inicio de la desigualdad

y la discordia: hay combate, porque es gloria

y es urgencia.

Abdica, belleza, para que sea posible

la fraternidad, aunque pesada,

y aunque escriba en piedra y llanto

que lo hermoso es sagrado.

 

 

 

LOS INJUSTOS

 

                                             

¿Dónde están los nobles que tendrían que marchar a Nínive

                                                                                     y New York,

fueron comprados también los encargados de que por una mosca

no se pudra el frasco de perfume? Los abusos socavan el sustento;

los abusos y la mentira frustran la sangre, algo se hiere

                                                                                y no se puede.

No se puede si la policía son los ladrones,

                     no se puede

si se desnutre a los niños,

                     no se puede

si se exprime la tierra para refugiarse en un palacio,

                     no se puede

si el destino se gesta y se juega entre lo turbio.

Por todo esto gemiré y lloraré, caminaré desnudo y descalzo

hasta que se aflija el Universo porque el hombre

                                           ha hecho del hombre su negocio.