M o d e s t o   C a b a l l e r o   R a m o s

L A   P O E S Í A   E S   U N   M A N A N T I A L

D E   A G U A S   F R E S C A S


p o r   S a n d r a   M a l d o n a d o   H e n r í q u e z

 

 

 
 

El escritor cubano Modesto Caballero Ramos nació en Mayarí, Holguín, Cuba, el 14 de septiembre de 1948. Es Licenciado en Ciencias Penales y graduado del segundo curso-taller Historia y práctica de la creación poética del Centro Cultural Dulce María Loynaz, en el 2006. Cultiva por igual la poesía en estrofas tradicionales como el soneto y la décima, y también los versos libres. Autor de más de veinte libros, ha sido publicado en cuatro antologías poéticas: Una vez vino un ángel (Editorial Extramuros, Ciudad de La Habana, 2000); Habana 10 (España, 2001); Poesía cósmica Cubana, tercer tomo (México 2002); y Verde ramo en el aire sin dueño (Publicaciones Azucareras, Ciudad de La Habana, 2005), así como en otros medios, como periódicos y revistas, en Cuba y Guatemala. Es director del taller literario Majadahonda, adjunto a la Casa de la Poesía del Historiador de la Ciudad de La Habana. Es vicepresidente del Grupo Ala Décima y subdirector de su sitio web Cuba Ala Décima. Es promotor cultural y ha participado como jurado en diversos certámenes de poesía. En el 2008 vio la luz su decimario Piedra de escándalo (editado por la Universidad de San Carlos, en Guatemala), concebido a partir de una frase del arzobispo Oscar Arnulfo Romero, de El Salvador. (Fuente: Cuba Ala Décima, espacio virtual coordinado por el poeta Pedro Péglez).

 

Durante el mes de enero visitó Chile y tuvimos el honor de conocerlo en un recital que dio en La Sociedad de Escritores.  Allí se generó un vínculo que esperamos perdure en el tiempo.

 

En la siguiente extensa entrevista tratamos de conocer a este poeta, cuyos libros, premios y actividades de difusión avalan su trayectoria.


 
 

 

 

Háblame de tus raíces, de tus padres y del pueblo donde naciste.

 

 

¡Cuánto diera por conocer la verdadera historia de mis ancestros. ¿Sabes?, es un extraño sentimiento, algo que me deja desvalido, que me imposibilita pagar la deuda con todos ellos, de validar mi amor, mi fe y mi infinita alegría y agradecimientos con los orígenes de mi sangre. Pero eso no tiene remedio. Solo tengo conciencia clara y certera a partir de mis abuelos. Hay historias, como esa de que los Caballero provenimos de una estirpe noble, de la orden “De ahorca y Cuchillo” y no me preguntes qué es, porque tampoco lo pude saber jamás.

 

Soy de extracción campesina. De la raíz materna, puros hombres y mujeres de campo, con un poco de tierra, eso sí, pero en alguna etapa de la década de la gran depresión, prácticamente lo perdieron todo, quedando apenas con menos de una caballería de, quizás unas 8 hectáreas.

 

En cuánto a la paterna, pues todos pescadores de la Bahía de Nipe, la más grande del país y se dice que entre las mayores del mundo. ¡Vaya, es algo al menos! Jajaja. Pescadores fueron mi abuelo, mi padre, mis tíos y mis hermanos mayores. Nací en una cuartería en un lugar llamado Playa Manteca, en el municipio de Mayarí, actual provincia de Holguín.

 

Mayarí es el puerto donde anclé mi ser. No puedo ni quiero apartar mi pensamiento ni un solo día de ese, mi vallecito florido. Es realmente un gran valle, rodeado por la cordillera de la sierra Cristal y la sierra de Nipe. Los recuerdos de mi infancia están impregnados de su magia. Todo lo relato en una novela inédita llamada El precio de la infancia. El lugar donde alcancé la madurez de mis sueños se llama Guanina, también en ese mismo territorio, donde voy cada año a compartir con mis amigos de la infancia y mis familiares, nadar en la bahía donde aprendí a nadar y correr por los manglares y potreros por donde solía a hacerlo a diario en aquella mágica etapa.

 

En cuanto a la vida material, fue de total miseria, abandono institucional e ignorancia absoluta. Para ejemplificarte mínimamente te diré que allí, en un territorio de más de 1500  kilómetros cuadrados, no había un solo hospital para la población. Había dos, uno en Nicaro, para los trabajadores de la minería, propiedad de los norteamericanos y otro en el central Preston, igualmente de los norteamericanos e igualmente para sus trabajadores. Había un dispensario en el pueblo, perteneciente a la iglesia católica, a donde acudía una vez por semana un médico a dar consultas.

 

Hoy en Mayarí hay un hospital que tiene más de 300 camas, con todos los servicios más modernos, incluyendo salas de cuidados intensivos, laboratorios clínicos, etc. Tres grandes policlínicas, un hogar materno, clínicas estomatológicas y numerosos consultorios de médico de la familia.

 

Además de todas las instituciones sociales, de educación, deportes y culturales. De esta, hay una Biblioteca municipal, llamada Aramís Prieto Infante y otras 7 bibliotecas territoriales, incluyendo la de la montaña. Casas de Culturas, teatros, en fin, lo que ni un soñador como lo fui desde mi más temprana infancia, lo hubiera podido imaginar.

 

Esa, amiga mía, era la realidad de este país antes del triunfo revolucionario. Esa eran las esperanzas de este pueblo, la de más miseria, más abandono, más ignorancia, mientras las transnacionales yanquis se enriquecían. ¿Puedes imaginar que un país inminentemente agrícola el 70 % de la tierra cultivable fuera de los americanos? ¿Qué país era este? Donde, según un estudio realizado por la iglesia católica en 1956, en cuba había 150 000 familias campesinas que no tenían tierra, que no disponían de servicios médicos, escuelas para los niños, agua potable ni servicios sanitarios.

 

Mucha gente en el mundo se pregunta por qué nuestro pueblo ha luchado en tan desigual condiciones durante tantos años y por qué nos aferramos al socialismo. La respuesta sería simple: es un pueblo que tiene memoria activa de lo que significa el capitalismo y a él, no volveremos jamás, porque sería regresar a la ignominia. Y no digo más, porque no es ni mucho menos el objetivo de esta entrevista hablar de política, pero es necesario que lo que deseen leer estas líneas, que no son breves y me disculpo, puedan conocer las realidades de donde proviene el hombre que soy ahora.

 

 

 

Escribes poesía, cuentos y novelas, ¿cuál de estos géneros te identifica más?

 

 

Sin duda alguna que con la poesía. Siempre recuerdo que aún antes de saber leer, ya soñaba con ser poeta. Sabía que la poesía existía por razones que más adelante te contaré. La poesía es un manantial de aguas frescas que no deja jamás de verter esa sagrada magia de las formas imprecisas de un pensamiento inabarcable.

 

 

He leído que desde muy niño escribes, motivado por tu abuelo, y leías a José Martí, ¿Qué significó para ti, siendo tan niño, entrar en este mágico y revolucionario mundo?

 

 

Debo aclararte que durante mis primeros 10 años de vida la poesía la escribía en mi mente, porque hasta entonces nunca pude estudiar y lo poco que sabía leer se lo debo a mi madre, que tampoco fue jamás a una escuela, pero su abuelo la enseñó a leer y a escribir.

Junto al poeta Edmundo Herrera en la Sociedad de Escritores de Chile

 

 

 

 ¿Te imaginas tamaño infortunio? Un niño ávido de conocimientos, con la imaginación repleta de fantasías por la sapiencia del abuelo paterno que cada noche contaba historias a sus numerosos nietos, no lo sabía entonces, pero fue un excelente narrador oral. Nos narró todas las leyendas de Las mil y una noches, y como Sherezada  siempre nos dejaba con las ganas se seguirlo escuchando cuando la historia se tornaba más interesante. Nos hablaba de sus vivencias como soldado del ejército Libertador, de los próceres de la independencia y sobre todo, era un gran martiano. Sus pocos libros, su mayor tesoro, al único que le permitía acariciarlo era a mí. Leí El Ismaelillo. Tenía un tomo, muy viejo, casi ilegible en su portada, de La edad de oro. Aquellas historias narradas por Martí para los niños de América, también nos las decía. Recuerdo con tanta nitidez como buscaba cada mañana cuando papá regresaba de pescar, entre los montones de camarones en el fondo de la chalana, a alguno que se pareciera al Camaroncito encantado.

 

También mi abuelo, del que por suerte heredé, además del apellido, su nombre, era poeta. Improvisaba décimas y me encantaba escucharlo. Dicen que alguna vez escribió algún libro. No lo dudo aunque nunca lo pude comprobar. Pero de allí, de aquellas noches oscuras y solitarias, bajo el espléndido manto de estrellas rutilantes, envuelto en el murmullo pausado de las nobles olas de la cercana bahía, transportado por la magia inigualable de mi amado abuelo, provienen todas mis inquietudes literarias. Él, quizás sin proponérselo, casi seguro, sembró en mi cerebro la prístina herramienta de lo que vendría después.

 

Y digo que no se lo propondría porque con todo y su inteligencia, no podía imaginar que alguna vez sucedieran en nuestro país cambios tan extraordinarios que modificaran la vida miserable a que estaba destinado nuestro pueblo. El hombre piensa como vive y él no podía escapar de esa ley social. La Revolución Cubana es ante todo, un acontecimiento cultural y solo porque hubo un triunfo revolucionario aquel lejano Primero de Enero de 1959, pude encontrar las vías para realizar mis sueños infantiles. Entonces, soy un deudor, de lo que soy hoy, primero de mi abuelo y después, no por un orden consecutivo, claro está, por nuestra Revolución.

 

 

Obtuviste en 1962 tu primer premio como poeta, en un concurso a los 14 años. Que significó, tomando en cuenta esa edad tan bella y especial como es la adolescencia, donde la vida la sentimos tan diferente .

 

 

Ya para entonces; y un poco a lo Neruda, no éramos los mismos. Había transcurrido apenas tres años del Triunfo revolucionario, pero en ese cortísimo tiempo la vida de los cubanos había girado diametralmente hacia la luz. A partir de 1959 se abrieron las escuelas. Ya no había ningún niño en edad escolar sin ir a la escuela. En septiembre de 1961 se le dieron becas a los hijos de los pescadores, de todo el país, ¿sabes dónde? Nada más y nada menos que en la mística playa de Varadero. Allí, en una zona exclusiva llamada Kawama, donde los millonarios cubanos tenían sus mansiones de recreo. A mí, por ejemplo, me tocó vivir en la residencia de una de las familias más pudientes de la oligarquía nacional, los Gómez Mena. Salir de un bohío donde no había ni fluido eléctrico ni agua corriente ni servicios sanitarios, ¡nada!, y comenzar a residir en una lujosa casa de dos plantas, con una piscina inmensa y en el fondo las blancas arenas y azules aguas de la codiciada playa, eso mi buen abuelo no lo hubiera podido profetizar. Entonces por primera vez en mi vida comencé a tener vínculos con el mundo artístico. Había talleres de artesanía y de literatura, atendidos por instructores del arte. ¡Cómo no iba a escribir mis sueños! Un día el instructor nos habló de un concurso de poesía que se celebraría en Matanzas, la capital de la provincia donde pertenece varadero. Gané un premio. No te puedo decir si fue el primer o segundo lugar, qué importancia podría tener eso. Pero eso sí, lo que jamás se me olvida fue el premio: los tres tomos del Quijote, que como se sabe fue la primera obra publicada en la recién creada Imprenta Nacional, El viejo y el mar de Hemingway y algunos otros libros de poesía, que a decir verdad no recuerdo títulos ni autores. Solo sé que ninguno era de Martí.

 

Nunca dejé de escribir desde entonces y hasta hoy, pero hay que tener en cuenta que mi generación fue una generación crucero. Éramos adolescentes y pre adolescentes protagonistas de un hecho extraordinario: La Revolución. Y había que entregarlo todo, pues como profetizara Fidel en su primer discurso al pueblo desde Santiago de Cuba, lo más importante estaba por hacerse y todo sería en lo adelante, más difícil. Y así fue. Por eso, a mi generación, como a la anterior y las siguientes, nos tocó subordinar cualquier aspiración personal, a la obra. Porque la Revolución era lo fundamental y había que construirla y una revolución se construye con cualquier cantidad inabarcable de sacrificios de los revolucionarios. Y así lo hicimos y así lo seguimos haciendo y el hecho de que estemos hoy aquí, imbatible y cada vez más firmes y consciente del rol que nos toca enfrentar a cada uno, es la prueba más fehaciente de que hicimos lo que teníamos que hacer, simplemente. Sólo que los sueños que hizo volar desde mis infancia mi abuelo, nunca los dejé morir, a pesar de que todas las tareas que me tocaron enfrentar desde mi trinchera, ni una sola tuvo jamás nada que ver con la literatura. Pero el ser soñador, a ese, jamás lo dejé en el olvido y cuando fue el momento, le abrí la puerta y le dije, vamos, que ahora nos toca comenzar a hacernos realidad. Y apenas comenzamos. Quien sabe qué cantidad de reconocimiento hubiera alcanzado hasta este día si me hubiera dedicado a esto, pero te puedo asegurar que ninguno me hubiera dado más satisfacción que este orgullo de sentir que cumplí con lo que tenía que cumplir sencillamente.

 

 

 

Cuando estuve en La Sociedad de Escritores te escuché decir que hasta los 10 años eras analfabeto, sin embargo después estudiaste psicología, periodismo, idiomas.  Hoy eres licenciado en Ciencias Penales. Cuéntame de ese abandono que sufriste hasta 1959 y de cómo y por qué pudiste lograr ese gran salto en tu vida.

 

 

Ya he hablado bastante sobre este aspecto. Apenas, quizás, argumentar que la revolución es igualitaria en cuanto a las oportunidades. Cada cual puede alcanzar los objetivos que se proponga, solo depende de su voluntad y de su capacidad. Mis estudios universitarios y de lenguas extranjeras, jamás me robaron una sola hora de mi trabajo. Los hice fuera de los horarios laborales, es decir, de noche. De noche estudié la enseñanza media superior, lo que en cuba llamamos pre-universitario en la Facultad Obrera –Campesina. Siempre desde las ocho y hasta las once de la noche. Fue agotador. Pasé muchísimo trabajo para vencer las asignaturas de ciencias, fundamentalmente las matemáticas, la química y la física.

 
 

Me parecían horrorosas, todo lo contrario a las humanísticas, donde me sentía como pez en el agua, pero las vencí. Las deudas de no contar con un sistema de enseñanza gradual desde la primaria y en las edades adecuadas, me cobró una cuota mayor de sacrificio, pero eran tantos los deseos y las necesidades de superarme, que nada fue capaz de detenerme. Y te cuento que hoy estoy estudiando todavía. Entre 2004 y 2007 cursé el primer diplomado de Creación Poética de la Universidad de La Habana. Esto me ha servido para ampliar mis horizontes dentro del complejo mundo de la composición poética. Estudio por mi cuenta, diariamente, técnicas narrativas. Estoy estudiando italiano y en fin, que si quieres saber hasta dónde y hasta cuándo seguiré superándome, tendrás que esperar al menos otros 57 años, pues yo no espero vivir menos de 120 años, jajaja (pero de verdad), porque hago ejercicios físicos, llevo una vida bastante sana y cada mañana frente a la ventana de mi cuarto, le dedico tres minutos a la risa. Te invito a que lo hagas, en caso de no hacerlo.

 

 

¿Cuando escribes recoges experiencias de la vida real? ¿Modificas mucho tus poemas, es decir los revisas una vez y otra vez?

 

 

Mira, quien no vive, simplemente no puede escribir. Es ahí el primer paso. El ser incorpora sus experiencias sensoriales a su quehacer cotidiano. Los acumula, los analiza y después los traduce. El músico a través de los arpegios, el plástico a través de los contrastes visuales y las formas volumétricas y el escritor a través de las palabras. En mis novelas policíacas, narro mis experiencias acumuladas casi treinta años como investigar de los delitos de homicidio, asesinato y violaciones. Incluso, cuando escribo alguna novela de ficción, es decir, aquellas que no están basadas en hechos reales, inevitablemente impongo las vivencias acumuladas. Y es válido. ¿Puede alguien escribir un texto donde el temblor humano vibre sin que lleve en sí una experiencia personal, vivida o escuchada por los que sí la vivieron? Quizás, pero de todas maneras, por hábil que sea el escritor, si no es capaz de sentir el erizamiento en su piel de lo que está escribiendo, el resultado será inevitablemente, aunque sea un dominador de las palabras, un texto cubierto por la frialdad afectiva que no es capaz de trasmitir eso que llamo temblor humano.

 

En mi novela inédita, El precio de la infancia, con la que se quedó un gran amigo chileno, porque se identificó con ella, solo para tenerla; y donde narro mi propia infancia, la de mi gente y mi tierra, desde la visión del niño, es decir, el narrador omnisciente es un niño que va llevando al lector por todos los vericuetos de de lo que era la sociedad cubana antes de 1959 y no precisamente una novela histórica, porque el niño ve la vida desde una óptica más perpleja, solo adornada con la magia de su inocencia, donde no siente el rigor de la pobreza, porque sus sueños le salvan de la locura, de no haber sido yo un protagonista activo de aquella crueldad existencial, por muy buen narrador que hubiese sido, no hubiera podido atrapar con palabras, la atmósfera que circundaba al protagonista.

 

En cuanto a lo que me pregunta sobre mi poesía, sí, sin duda alguna que el texto poético te obliga a una constante revisión. La inconformidad contigo mismo es primordial. Porque el poeta es un solitario que navega por rumbos desconocidos para el consciente humano. Sitios donde los asideros son intangibles. La poesía no sale solamente de la poesía, sino, que como acto sintético, lo asocia todo de modo íntegro. Entonces es inevitable que te obligues a la constante revisión del poema. Mira, lo que considero mi mejor colección de poema, agrupados bajo el título de Ciudad descalza, llevo doce años analizándolo, poniéndole y quitándole y no me acabo de decidir entregarlo a ninguna editorial. Es una tremenda responsabilidad para el escritor después que entrega su texto, porque una vez publicado, ya no le pertenece y lo que está mal, ya mal se queda y no se trata de un miedo sin fondo al fracaso, sino, el de una búsqueda incansable por alcanzar, cuando no la perfección, si acaso existiera y que pienso que no, al menos sentirte conforme contigo mismo. Es un grave e imperdonable error no volver sobre el texto cada vez que la consciencia te llame a hacerlo. Es un interminable escudriñamiento hacia lo endógeno místico del sujeto creador, es decir, el poeta, quien está llamado a pensar alto, picar hondo y hablar claro a decir del gran poeta cubano contemporáneo Roberto Manzano.

 

 

 

¿Cómo vives la poesía?

 

 

Con intensidad. Me sorprenden en todo instante las imágenes que en olas sucesivas se vierten desde lo mágico desconocido y como el poeta tiene el deber de estar atento a su entorno, al quehacer humano, me obligo a la vigilia incesante y todo así, no sé si capte al menos una leve porción de ese universo o si solo es el eco inmensurable de los propios latido que se alejan dolido por no haber sido captados. Pero eso sí, he logrado, para mi complacencia al menos, sentir la gravedad cósmica de mi ser interactuando con el caos existencial que esta modernidad impone como cruel tiranía.

 

 

También hablaste en la Sociedad de escritores del "árbol que camina" como

símbolo de la vida.  Por favor, cuéntanos más de esta imagen.

 

 

¿Sabes?, no pertenezco a la tendencia conocida como "poetas de la tierra", donde en nuestro país tiene dos destacado artífices, Roberto Manzano y Alex Pausides, aunque por mi origen campesino lo debería ser.

Junto a su amigo el poeta Jorge Catrileo, en el patio de la biblioteca de Alamar en La Habana durante la celebración del 12º aniversario del grupo Ala décima.

 
 

Pero incorporo en mi poesía elementos de la naturaleza. Pero de todos, el árbol predomina. Y es que el árbol es mi símbolo de vida más poderoso. Es fuerte, tiene raíces profundas. Es útil a todos. Nada en él sobra. Nada de él molesta, lastima o entorpece a ninguna otra especie. Si comenzáramos por las raíces, estas buscan las profundidades de la tierra, hacia donde llevan el oxígeno que alimenta a otros seres vivientes, y entre ellos, a la misma tierra. De ellas se alimentan visibles e invisibles criaturas. Nunca detienen su crecimiento y son los brazos más fieles que acarician hasta las piedras y cuando el árbol muere, ellas guardan su memoria y se convierten en materia orgánica. El tronco y su corteza multiformes son el símbolo de la fortaleza estoica. Se brinda al final de todo para que de ellas salga todo aquello que le pueda ser útil al hombre. Ni qué decir de su follaje. Ahí radica la magia del árbol. Sobre ella se posan los rayos del sol, la plateada liquidez de la luna. Cobija a los pájaros y se les brinda como cunero. Bajo él, la sombra mesurable que refresca y recupera el cansancio del caminante. Mi doble, el que presiento siempre junto a mí, tiene forma de árbol. Camina conmigo a todas partes. Jamás podría cortar uno. Lo mismo que soy incapaz de matar a ningún ser viviente. Si acaso, los echo cuando molestan. Solo contados insectos sufren mi violencia y solo cuando son ellos quienes vienen hacia mí. Y no digo más, porque sería la de nunca acabar, ya que su infinita polisemia nadie la podría descifrar con palabras. Solo los sentidos son capaces de absorberla y eso me sucede cada vez que busco mi símbolo de vida.

 

 

¿Qué lugar ocupa la Nostalgia en tu poesía?, tan bella palabra que nos lleva al espacio de lo infinito de la tristeza y la melancolía.

 

Mira, vamos a teorizar un poco, ¿quieres? Los grandes saltos históricos en la poesía, son tres: salto en el pensamiento; salto en la sensibilidad y salto en el lenguaje.

 

Como ya me referí anteriormente, el poeta necesita estar siempre muy atento a su entorno, al quehacer humano. La poesía nació unida a la magia a los misterios del ser en el Ser (Dios), es importante tener esto en cuenta para comprender el origen de la poesía. Hay un interesante ensayo de Yuris Tonson,"El habla y la magia" y otro publicado en Cuba en Arte y Literatura en 1986 bajo el título "Ritmo y trabajo", que ayudan a esta comprensión.

 

En cuanto a la sensibilidad, la búsqueda de la poesía universal está signada por la búsqueda de Dios, el retorno a los orígenes (exilio. El poeta se exilia de su realidad concreta, no lo olvides), el amor, lo cotidiano.

 

Respecto al lenguaje, bueno, pues ahí hay que ser extremadamente atento. El hecho de tener amplio dominio del vocabulario, no es precisamente haber llegado a la poesía, sino, encontrar los precisos, porque la poesía no es el arte de agregar palabras, todo lo contrario, quitar palabras.

 

El poeta tiene el deber de llenar las palabras de contenidos. Debe buscar nuevas palabras o palabras vieja e incorporarlas a la realidad actual. Como también es importante el análisis y la síntesis. Hay que meterse en el campo de lo desconocido, buscar, hurgar, ese es el análisis, para después rehacerlo, eso es la síntesis.  Entonces, como también ya he expresado, la poesía no sale solo de la poesía. Es un acto sintético, lo asocia todo de modo íntegro.

 

 

 
 

La aventura inalienable del ser sobre la tierra, destinado irreversiblemente a morir, es el centro de la poesía. En el cuadro de la existencia están los opuestos, todo cuanto se oponga, la vida y la muerte, la sed y el agua, la luz y la sombra, el bien y el mal, etc. Esto es el pensamiento abstracto. Entonces, el poeta no puede ser un manipulador de emociones, tampoco puede ser rígido, porque lo que produce entonces sería de muy baja factura. La poesía es la máquina sublime que une al ser humano con el mundo exterior a él.

 

Entonces, y solo ahora, vamos a enfrentar y tratar de descifrar ese monumento de la imaginería que llamamos NOSTALGIA. Pero todavía. No nos apuremos. Recuerda que me pediste que ampliara cuanto quisiera y eso voy a hacer, pues me has dado una magnífica oportunidad para compartir pensamiento con muchas personas que no conozco y que casi seguro nunca conoceré. Pero al menos, ahí está la impronta de mi pensamiento… y se lo entrego. Porque nada nace de la nada y la nostalgia es el sentimiento de carencia por algo que ya conocimos y que ahora nos falta. Entonces, para encontrar su origen, o al menos para intentarlo, hay que entrar a la realidad objetiva y a la subjetiva y desde allí, relacionar TIEMPO Y ESPACIO.

 

Si queremos recordar un hecho en el tiempo y como este es inaccesible, hacemos una estatua, un obelisco, un mural, sembramos un árbol, ¡lo mejor de todo! Y esto se hace únicamente en el ESPACIO.

 

 

 

 

El poeta tiene una visión sintética del mundo. Siempre encontramos el caos y lo debemos convertir en cosmos.

 

Todo está sujeto al tiempo y al espacio. Es decir, lo real de hoy, no lo era ayer. El poeta no ve la palabra, sino, la imagen. Ella es rápida, escurridiza, huidiza, constructiva y aglutinadora, etc. Siempre pongo un ejemplo muy concreto en lo personal respecto a este semblante de la creación. Recuerdo aquel 24 de marzo de 2000 cuando buscaba afanosamente un título para el cuaderno que enviaría al  Primer Concurso Iberoamericano de la Décima. No aparecía. Me encontraba comiendo en mi cuarto, frente a mi viejo ordenador, que estaba apagado y que tardaba alrededor de 5 minutos para ponerse funcional, era una XT, con monitor de pantalla verde, ya ustedes sabrán. Comenzó el Noticiero Nacional de Televisión y de pronto, el locutor comienza a hablar del Monseñor Oscar Arnulfo Romero Arias, Arzobispo del Salvador. Ese día se conmemoraba el vigésimo aniversario de su asesinato. Entonces llegó la magia del instante, una imagen huidiza y veloz cuando el locutor recordó lo que aquel gran ser humano decía de él mismo: me gusta cuando me desprecian porque me parezco un poquito a Jesús Cristo que también fue piedra de escándalo.

 

No me daba tiempo encender y esperar que fuera funcional mi viejo dinosaurio y solté el plato y tomé un lápiz y una libreta y de un tirón, en apenas dos minutos, escribí la siguiente décima:

 

Y me vestiré despacio
bajo el designio del otro.

Cabalgaré sobro un potro
a la Estigia. En el espacio,
¿será este acaso el prefacio
de mi estirpe como vándalo?

Quizás perfumado sándalo
sea el madero de mi cruz,
pues como lo fue Jesús
soy también, piedra de escándalo.

 

De ahí salió este poema que es el pórtico del libro y el título, "Piedra de escándalo". En este acto se conjugaron todos los argumentos que he expuesto anteriormente. El poeta atento y vigilante a su entorno. No vi las palabras, mis sensores las escucharon y me la tradujeron en esa magnífica imagen que ya es perdurable. Si el sujeto lírico, en ese instante no hubiera estado atento, si el creador, como sujeto y objeto de voluntad hubiera optado por seguir comiendo y …dejarlo para después, jamás hubiera podido atrapar en la magia del instante irrepetible, la imagen que desde el exilio del ser en el Ser, le llegó en ese relámpago.

Porque se escribe, eso sí, con memoria emocional, jamás bajo un estado emotivo. Bajo un estado de conmoción, no es posible hacer un uso adecuado del lenguaje. Pero la memoria emocional sí, pues capta con un fino sensor. Los plásticos se expresan a través de los claros-oscuros, los colores, el volumen, es decir, los contrastes, el músico con las partituras, y nosotros los poetas con las imágenes a través de las palabras, pero a las palabras hay que llenarlas de contenido. Hay que significarlas y hacerlas visibles. Nunca demos escribir un verso con palabras invisibles, por ejemplo: "la causa de mi dolor", porque la palabra causa no se ve. Martí, al expresar este mismo sentimiento, decía: "La raíz de mi dolor", entonces, amiga, ahí si hay visibilidad, porque la raíz, y vuelvo al frondoso árbol, sí se ve y se nos llena de contenido.

 

Para finalmente aterrizar en la mágica expresión de tu pregunta, tendremos que ir a una esfera de la semiótica. Y te preguntará qué tendrían que ver los símbolos con la nostalgia. Y te respondo. En la educación sensorial, la información es la realidad que tú no conoces. Si es reiterativo, no es informativo.  El código de cada situación hay que aprenderlo para estar preparados para enfrentar la situación. Entonces, amiga mía, es necesario prestarle mucha atención a los elementos naturales, hasta sentir nostalgia por lo maravilloso de las cosas simples. No hay que olvidar que en esta educación juegan un rol especial la edad, el sexo, etc. Preparémonos para el intento. El poeta desecha el contenido semántico de la palabra, porque es demasiado concreto y terrenal. Según el diccionario, nostalgia es pena, tristeza por encontrarse lejos de la patria, la familia y las amistades. Ahí no hay magia. La nostalgia que siente el poeta, no es necesariamente dolorosa ni triste. Quizás le sepa dulce, quizás la sienta húmeda y blanda, porque es vehículo por donde se traslada hacia el exilio del ser hacia el Ser. Para el poeta, la nostalgia es un hontanar por donde brotan las brisas desde las entrañas de la tierra, los cánticos del alma prisionera. El poeta en la nostalgia encuentra inspiración. ¿Puede otro ser pensante encontrar inspiración en la pena y la tristeza?

 

Cuando el poeta le canta a esa porción de la existencia que se le ha alejado, busca irremediablemente el reencuentro. Y lo encuentra. El poeta, a no olvidar, piensa alto y pica hondo y su voz es la de las estrellas, esos ojos inquietos que todo lo ven y que sus milenarios destellos tiritan en la blandura de las noches para que el ser lírico se encuentre en sus pupilas. Entonces nace la nostalgia, por lo conocido real y por lo conocido desconocido, como oponentes de un todo mágico universal. Y se le canta al alba, al alba que cada día, soñolienta lo despierta y aunque sabe que mañana la tendrá, él le canta como el resumen sustancial del amor imposible entre el tiempo y el espacio de lo real y concreto de ahora que después no será lo mismo. Y fugarse hacia el exilio del ser, es el único antídoto para no morir de sueño y vivir de desesperanzas. Eso es el alma del poeta, tan lejos y tan cerca a la vez de la torpeza incomprensible de lo que llamamos realidad.  Pero eso sí, jamás la nostalgia ha de llevar al poeta, por ser poeta, ni a la tristeza ni a la melancolía. Lleva al hombre, es verdad, pero no al sujeto lírico y no olvidar que no siempre, necesariamente, el sujeto lírico tiene que coincidir con el poeta. Porque yo, un nostálgico de inquietudes desconocidas, jamás me verán ni triste ni melancólico, a no ser en esos extraños momentos en que dejo colgado en un perchero la camisa de los sueños y aún así me resisto a aceptar que lo sea.

 

 

 
 

 

 
 

Destacados "Repentistas" cubanos actuando en la actividad de cierre del 12º aniversario del grupo Ala décima.  Entre ellos Luis Paz, "Papillo", Emiliano Sardiña y el joven de 16 años Ernestico Herrera.  En Cuba se llama "Repentistas" a los que por estas tierras conocemos como "Payadores".

 

 

 

 

Eres Director de un taller literario Majadahonda, Cuéntame acerca de esta experiencia.

 

 

Te cuento que en gran parte de mi vida, aún cuando no he sido o tenido como profesión el de ser maestro, me he dedicado a enseñar. Muy joven y como por esas cosas que mencioné casi al inicio, lo de mi preocupación por superarme, fui maestro obrero. Eso quiere decir que en Cuba, en los años finales de la década de los 60' y los 70' completo, en todos los centros de trabajo, fábricas, talleres, cooperativas agropecuarias, centrales azucareros, etc. Había aulas de superación cultural y los maestros era los propios obreros  que tenían mayor preparación cultural. Tengo el gustoso placer de sentir los agradecimientos de decenas de mis antiguos compañeros y compañeras de trabajo a quienes los ayudé a estudiar, en esas aulas, desde apenas segundo o tercer grados de escolaridad, hasta la enseñanza media, que en Cuba llega hasta el noveno grado. Los sábados, todos, los maestros obreros recibíamos seminarios llamados superación pedagógica. Luego, dentro de las filas del ministerio del Interior, donde presté servicio por 30años, también me dediqué a impartir numerosos cursos de superación técnico-profesional especializada y hoy me encuentro a numerosos altos oficiales que fueron mis alumnos y que me muestran sus agradecimientos y respeto. Pues bien, precisamente dentro de las filas de combatientes, descubrí que muchos tenían inquietudes literarias y el 14 de febrero de de 2002, día del amor, como se sabe, inauguramos el taller Majadahonda, donde los talleristas son jóvenes y no tan jóvenes oficiales. Este 14 de febrero celebraremos el décimo aniversario y estoy de celebraciones, pues el día 6 de febrero también celebramos el decimosegundo aniversario del Grupo Ala Décima, del que soy su vicepresidente.

 

Llamamos así al taller, por ser el lugar donde cayó combatiendo el combatiente internacionalista cubano Pablo de la Torriente Brau, durante la guerra civil española.

 

 

¿Qué te llevo a escribir décimas?, ¿Qué es lo que te seduce de esta forma literaria?

 

 

La décima es como una adición. Una vez que aprende su estructura y comienza a escribirla, ya no la puedes dejar abandonada. Es más, las otras formas de escribir la poesía, quedan relegadas por un buen tiempo. Como se conoce, el metro del habla castellana, es el octosilábico, que es precisamente el metro tradicional de la décima, aunque se puede escribir en cualquier otro metro. Si quieres comprobar eso de que el metro del habla común de nuestro idioma es ese, haz la prueba en tu vida cotidiana. ¿Te pongo algunos ejemplos? Veamos:

 

Cuando le preguntas la hora a cualquier persona le dices: ¿me puede decir la hora? O cuando mandas tu niño a bañarse porque la comida está lista: mi niño, ven a bañarte y cuando después de decírselo tres veces el niño no  te hace caso y entonces te alteras y le gritas. ¡Muchacho ven a bañarte! O cuando tu esposo llega tarde a la casa: ¿Me puedes decir que hacías? Ó cuando lo quieres conquistar para que te compre un perfume: ¿Te puedo esperar despierta?

 

Realmente es así. Yo, como dije al hablar de mi abuelo Modesto Caballero Guerrero, traía en el oído, desde mi infancia, ese metro melodioso y escribía cuartetas desde niño, pero a la décima como tal llegue en el año 1997 cuando conocí a quien después fuera y lo sigue siendo, un hermano, el dos veces premio iberoamericano de la décima y Presidente del Grupo Ala Décima, Pedro Péglez González y a través de él a dos jóvenes poetas que forman el formidable Dúo Ad Libitum, Leonel Pérez, compositor, guitarrista y cantante y maría de Las Nieves Morales, narradora oral y poeta además, premio iberoamericano de la décima 2002. Una tarde salimos de la casa de Péglez y fuimos hasta mi oficina, muy cerca de allí y me enseñaron la estructura y a partir de ese instante jamás dejé de escribirla.

 

 

 

La décima es extremadamente musical. De hecho, su creador, el reconocido universalmente, el poeta español Vicente Espinel, era más conocido como músico que como poeta y de ahí que la estructuró con esa musicalidad que le da la distribución de los versos. Hay broncas con eso de la autoría, pues otros dicen que fue el poeta español Juan de Malara, aunque ya se sabe que muchos años antes de ese 1572 en que Malara publicara su libro en décima, allá por el 1520 un sacerdote la escribía.

 

Quise hacer un taller de creación poética en Chile, dedicado íntegramente a la construcción de la décima, pero desgraciadamente el tiempo no me alcanzó, pues pretendía dejar el grupo de amigos de Ala Décima, como sí lo hice en el 2006 en Guatemala.

 

 

 

En qué consiste el grupo Ala décima donde tú eres Vicepresidente.

 

En Alamar, ciudad al este de la capital, a unos 8 kilómetros cruzando el túnel de la bahía de La habana,  hay un movimiento cultural, pero fundamentalmente de cultura comunitaria bastante amplio. Me percaté que había un número alto de poetas que teníamos una especial predilección por la décima, que te cuento que es la estrofa nacional. Todos nos nucléabamos alrededor de la peña de Luís y Péglez, toda una institución que ya tiene 19 años de existir y es la única en el país que tiene un ciclo semanal. Cada lunes a las 3 de la tarde nos reunimos en la Biblioteca municipal que lleva por nombre Tina Modotti. Le hice la propuesta a Péglez y a este le pareció buena la idea. El 7 de febrero de 2000 quedó fundado el grupo. Comenzamos con nueve miembros, solo uno no vivía en Alamar, pero tenía estrechos vínculos con nosotros. Todos ya teníamos un reconocimiento a nivel nacional y algunos fuera del país. desde finales de los años 80' del pasado siglo en Cuba se venía desarrollando lo que dimos en llamar el movimiento de revitalización de la décima. Algo bien interesante, pues hasta esos momentos la décima se había quedado muy detrás de los otros continentes expresivos del verso. El concurso nacional dedicado exclusivamente a esta estrofa, el Cucalambé, convocado desde la provincia de Las Tunas, tierra donde nació el destacado poeta Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, el Cucalambé, en el Siglo XIX, tuvo el peso fundamental para esta renovación. Como sabemos, la décima tiene dos vasos comunicantes o vertientes, la escritural y la oral improvisada. A los improvisadores se le llaman indistintamente en otras partes del mundo decimeros, en Suramérica payadores y en Cuba repentistas. Como resultado de todo esto, ambas formas de hacer la décima se fueron elevando en el uso de lenguaje, las imágenes y las formas. Hasta tal punto esto se ha hecho realidad, que ya hoy un poemario escrito en décima puede ganar cualquier concurso donde siempre ha primado el verso libre.

 

También ideamos convocar un concurso de alcance nacional que lleva el nombre del grupo. El primer aniversario lo celebramos premiando la primera edición del certamen, que ya el próximo 6 de febrero se premiará duodécima versión. El grupo hoy consta con 36 miembros y tiene tres filiales: dos en la capital y una en la provincia de Las Tunas. Y tenemos representantes en otras cinco. No estamos abierto para todo el que desee ingresar, pues no constamos con una estructura profesional para atender las labores que se desprenden del trabajo aglutinador que desarrollamos. Hemos alcanzado el reconocimiento institucional y de los poetas en general. La seriedad de nuestro trabajo ha sido la divisa. Por ejemplo, en nuestro concurso, que además de los tres premios principales convoca otros ocho accesorios, ningún miembro puede participar y somos nosotros mismos los integrantes del jurado, rotándolo anualmente. Transparencia y honestidad nos caracteriza. El ganador del primer premio tiene, como parte del premio, su inclusión en nuestra nómina.

 

También tenemos nuestro propio sitio en la red de redes y aprovecho para invitar a todos los lectores a que nos visiten: www.peglez.blogspot.com  que se ha convertido en el diario universal de la décima escrita y actualizada diariamente. Además que del sitio primario se han desprendido otros 4 a los que se puede acceder a partir de entrar a la página principal. Todo lo hacemos con nuestros limitados recursos, por ejemplo, desde hace siete meses tenemos el equipo roto y el propio Péglez se ocupa de actualizarla desde su propio centro de trabajo.  En esto consiste, a grandes rasgos, el Grupo Ala Décima.

 

 

 

¿Qué piensas con respecto a los jóvenes poetas, que se alejan del tono político en la construcción de su poesía?

 

 

No creo que se trate solo de los jóvenes poetas, al menos en nuestro país no es así. Pero no creo que haya alarma por ello. Cada poeta es su propia voz y conforma su propio universo de creación. El poeta canta a su realidad y es por eso que cuando el momento llama, vuelven a resurgir los poemas con tono político más evidente. Y digo más evidente, porque si te pones a analizar la poesía, no la contemporánea, sino, a la de todas las épocas, vas a encontrar sin duda alguna, como el poeta refleja su realidad socio económico, político y cultural incluida entre los arcanos códices que utiliza. Y cada cual, de acuerdo a su propia cosmovisión, lo va a traducir. Mira, cuando en el año 2000 secuestraron al niño cubano Elián González en Miami, hubo una explosión poética en todo el país. Poesía comprometida y solidaria. Los poetas sentimos la necesidad de expresarnos de una forma diferente, y te cuento que de todo ese gran movimiento que duró muchos meses, fue la décima quien más se destacó aunque no fuera la única forma expresiva que participó; pero fue el momento, fue el instante en que sentimos la necesidad de darle prioridad al llamado para que resurgiera la poesía épica y lo hicimos bien.

 

Pero el poeta jamás deja de reflejar su propia interpretación de su mundo circundante. Solo que no todos y es normal, interpretamos con la misma óptica esa realidad acuciante que predomina. La desesperación, la desesperanza, la nostalgia por aquello que fueron alguna vez sueños sin fronteras y que ahora una difícil realidad los cortó de la noche a la mañana, lo hace reaccionar y entonces comienza un proceso regresivo. Es como cuando hay crisis económica, la economía que se desarrollaba aceleradamente descae hasta tocar fondo y vuelve luego a levantarse. Todo es cíclico y por eso, no me inquieta.

 

 

 

Otra cosa es otra cosa, y aclaro. Porque están los faustos, los que le venden sus almas al diablo. Entonces ahí sí que no hay nada que hacer, porque se convierten en mercenarios del verso, porque el verso siempre ha de andar en pos de la verdad sustantiva, de la belleza útil pero jamás detrás de intereses mezquinos. Ser contestatario no es sinónimo de mercenarismo, aclaro, es complejo, pero los mercenarios se ocultan detrás de este concepto. Porque si el poeta no es revolucionario en su creación, si no busca lo que dije anteriormente, palabras nuevas o palabras viejas y las incorpora a la actualidad, su producción queda desprovista del impulso creativo y entonces se convierte en un oportunista, echando mano a acontecimientos circunstanciales de la vida para mostrarse creativos y actuales, pero es posible que le funcione en un momento dado, pero luego quedará, irremediablemente, en el olvido.

 

A ningún creador se le pueden imponer cánones. El propio Fidel lo alertó cuando al inicio del triunfo revolucionario, dedicó aquel legendario discurso conocido como "Palabras a los intelectuales" y que le recomiendo a todo aquel que quiera saber y conocer política cultural de la Revolución Cubana. A ningún creador se le dirá jamás debes escribir de este modo o de otro. Es un acto personal y eso se respeta.

 

 

¿Cuáles son tus referentes poéticos, a parte de José Martí?

 

 

No son pocos, pero te comentaré los que más me atraen. De poetas cubanos, además de la genialidad de Martí, influyen mucho en mí Nicolás Guillén, Regino Pedroso, José Lezama Lima y Eliseo Diego.

 

Del ámbito latinoamericano, bien difícil, son tantos y tantos los mejores, pero te diré apenas tres. César vallejo, Vicente Huidobro y Jorge Luís Borges.

 

De Europa y sin dudarlo un instante, poeta de mi cabecera por la vibración humana de su poesía, el español Miguel Hernández. Ni me voy a meter en Francia, ni Alemania ni en Inglaterra ni en ningún otro país. Créeme que he leído hasta poetas noruegos y japoneses, con nombres imposibles de pronunciar en nuestro idioma, por ejemplo, intenta pronunciar con rapidez Sigbjorno Obstfelder, poeta noruego que nació en 1866 y falleció en 1900.

 

Pero te aclaro algo, cuando lees a un poeta y te identificas con su cosmología creativa, el inconsciente te lo incorpora y de alguna manera te sale posteriormente. Y no temo en parecerme a nadie aunque nunca lo he pretendido.

 

 

¿Sientes que en la actualidad existe alguna nueva corriente en la poesía, no sólo cubana, sino universal?.  ¿Hay algún poeta en especial a quien recomiendes poner atención?

 

 

Yo no creo que haya surgido ninguna nueva corriente poética. Si tonos diferentes dentro del posmodernismo, a los que aquí en Cuba damos en llamar Los novísimos. Y es que la búsqueda es incesante. Todos, o al menos muchos, pretendemos diferenciarnos, encontrar nuestro propio estilo pero es muy difícil lograrlo. Mira, poder llegar a algo que nunca se ha dicho, es una tarea titánica. Solo es posible decirlo de una forma diferente y ahí hay un gran peligro, pues a fuerza de quererlo ser, la tendencia es inevitablemente al poema oscuro, al que es muy difícil penetrar, porque los resortes que se utilizan son tan, pero tan incomprensibles, que lo mismo pudieran decir una cosa, que lo contrario. Y te confieso que cuando me pongo a leer a un poeta de esta tendencia, ahí mismo lo dejo, porque para nada me gusta leer poesía para pasar trabajo. Pero disfruto mucho cuando encuentro un inteligente matiz creativo. Entonces se me llena la noche, cuando por lo general leo poesía, de todas las luces del Universo.

 

Me es bastante difícil recomendar a algún poeta en particular, más bien aconsejaría indagar por las corrientes que se vienen desarrollando en las diferentes regiones del mundo. Y no hay que lanzarse precisamente hacia las sociedades más desarrolladas. Recuerda que cuando en Europa se desarrollaba con gran fuerza las corrientes del vanguardismo, en una cárcel del Perú César Vallejo escribía en 1922, Trilce. En esos años no existía la tecnología de comunicación con la que hoy contamos y seguramente el poeta jamás tuvo roce con lo que se estaba haciendo en el viejo continente. Lo que determinó ese salto en él fue su intelecto, no el desarrollo económico de su país de origen. No fue el caso del otro gran poeta reconocido como pionero y abanderado junto a Vallejo del vanguardismo, Jorge Luís Borges, que un año después, en 1923, publicara su primer poemario, "Fervor de Buenos Aires", pues sus circunstancias sociales y personales eran diferentes.  Pero bueno, si me obligas a proponer a un poeta, pues lo haré, de alguna forma tendré que ir alguna vez contra mi nombre y apellido. Lean, por favor, a Don Modesto Caballero, jajajaja.

 

¿Crees que este mundo es de los hipócritas? Leí un reportaje hace unos días, que señalaba que: La hipocresía va de la mano con la Tecnología, la nueva era, los celulares, etc. Antes, cuando esto no existía, la gente valoraba más las cosas, éramos más honestos y sinceros.

 

 

Compartir ese concepto sería negar la esencia misma del ser humano. Hipócritas han existido siempre y siempre la humanidad ha vivido en constantes avances tecnológicos propios de cada era. Apenas si me merece unos pocos comentarios. No conozco ese reportaje y me gustaría, si te fuera posible, me lo mandaras poder analizarlo y quizás entonces darte un criterio más objetivo. Pero al igual que le digo los talleristas en cuanto a la apreciación literaria se trata, a la hora de analizar una obra hay que tener en cuenta la época y las circunstancias que rodean al autor. La tecnología sirve para difundir y globalizarlo todo, hipocresía y honestidad y ambos tendrán que seguir los trechos estrechos de la vida tomados por los pelos (no creo posible ni me baja una imagen donde ver a la honestidad dándole la mano a la hipocresía) y cada persona es responsable de sus propios criterios. Hagamos de la tecnología la herramienta adecuada para trasladar la verdad en beneficio de la humanidad, pero sucede que los hipócritas son dueños de los grandes medios y les es más fácil imponer sus mentiras, pero la verdad siempre se abre paso, a no dudarlo.

 

 

 

Algo importante ¿Cómo ves a Cuba hoy sin Fidel?

 

¿De qué Cuba hablas? Si te refieres a la isla del sol, este verde caimán bañado por las azules aguas del mar Caribe, te puedo asegurar que Fidel jamás dejará de estar con nosotros en nosotros. Fidel es mucho más que el simple hombre. El hombre mortal desaparece, pero el hombre luz es eterno. Y Fidel está y estará por siempre unido a los destinos de la Patria. Fíjate lo que digo de mi niñez y ve en ella la niñez de todos o casi todos los cubanos de cuando él no era la luz, entonces, ¿quién le podrá negar el mérito histórico de haber sembrado en esta tierra la semilla de la verdadera y definitiva independencia, la libertad, el honor y el orgullo de sentirse cubano? Estarán a favor o en contra de mi pensamiento; y respeto a quienes no los compartan, porque para sentir en la profundidad del ser el valor histórico y humanista de Fidel, primero hay que conocer nuestra historia; la verdadera, la de la lucha incansable a lo largo de casi cien años por alcanzar la independencia, aquella que en 1898 los norteamericanos nos arrancaron con su oportunista intervención en aquel año cuando ya la derrota del ejército español, con más de 400 mil hombres bajo las armas, frente a unos pocos miles del Ejército Libertador,  era inminente y que luego nos impusieron una seudo república, con la tristemente célebre Enmienda Platt  como base legal para sus posteriores intervenciones, pero que nunca nuestro pueblo dejó de enfrentar.

 

Fotografía de Cuba

 
 

Fracasamos en muchos intentos por alcanzar la victoria, hasta que surgió el líder aglutinador que supo unir a todas las fuerzas progresistas del país hasta alcanzar la definitiva independencia el Primero de Enero de 1959. Entonces, amiga, jamás se podrá hablar de una Cuba sin Fidel.

 

Pero como le puedo dar una interpretación honesta a tu pregunta, te voy a comentar:

 

Fíjate que cuando se dio a conocer la proclama firmada por Fidel traspasando al General de Ejército Raúl Castro todos los poderes del Estado, fue una noche y te puedo asegurar que Cuba entera se sumió en un profundo silencio. A nadie se le prohibió poner música, hacer fiesta, andar por la calle, jugar dominó, fue una decisión unánime el mutismo en que todo el pueblo se sumió. Los autos andaban en silencio, en los lugares de expendio de bebidas no había nadie y en los siguientes días todo era una gran expectativa esperando los partes médicos y cuando se dio a conocer que había salido de la gravedad extrema, fue una explosión de júbilo. Eso lo comprobaron hasta los propios medios informativos internacionales. Ese es el amor y el respeto que Fidel se ha ganado en nuestro pueblo. Hoy no gobierna y sin embargo, el pueblo sigue unido, trabajando por el porvenir con ahínco y con esperanza de resolver todas las dificultades que tenemos en la actualidad. Aquellos que esperaban el fin de la Revolución cuando él no estuviera, tuvieron una muestra de la firmeza y unidad de todo el pueblo alrededor de la Revolución y la guía del Partido Comunista. Hoy está Raúl y mañana estarán otros, pero el afán del pueblo seguirá siendo el mismo. Una vez en Guatemala alguien me preguntó quién sustituiría a Fidel y mi respuesta fue espontánea. Le respondí que Fidel era insustituible como líder, pero que lo sucederían nuevas y mejores generaciones de cubanos revolucionarios. Por eso nosotros no pensamos en Fidel en pasado, porque Él está en cada una de las obras de la Revolución, en el ideario más avanzado y es y seguirá siendo hasta la infinitud de la memoria, el único Comandante en Jefe de la Revolución.

 

 

Háblanos de tu paso reciente acá en Santiago de Chile.

 

Con mucho gusto. Chile es un país extraordinariamente bello. Lo que pude ver, no fue mucho, pues sólo tuve tiempo de llegar hasta Concepción. Allí participé en un encuentro de música y poesía Cuba-Chile en el Centro Cultural José Martí, dedicado al 159 Aniversario del Natalicio del apóstol de nuestra independencia y al igual que el recital poético que hice en la SECH, también fue dedicado a los Cinco Héroes cubanos presos en las cárceles del imperio.

 

Participé los días 7 y 8 de enero en la fiesta Día de los Abrazos, convocado por el Partido Comunista Chileno. Fue una experiencia grandiosa. Vi como la gente se reconocía, como los viejos camaradas se reencontraban y se abrazaban. Hubo varios forum de pensamiento revolucionario. Escuché varias conferencias, entre ellas las de los líderes estudiantiles, donde pude conocer personalmente a la compañera Camila Vallejo, Camilo Ballestero, entre otros. Vi un fervor revolucionario muy alto y sobre todo, mucha solidaridad con Cuba y su Revolución, con la lucha por la liberación de los Cinco.

 

Pude conversar con muchos jóvenes estudiantes. Todos estaban deseosos de conocer muchas de nuestras realidades, de nuestro sistema democrático, del sistema electoral, del por qué el partido único. Expliqué detalladamente cada aspecto y te puedo asegurar que las preguntas eran inteligentes y sin doble sentido. Eran jóvenes honestos que deseaban  información fidedigna y creo haber satisfecho sus expectativas.

 

 

 

En una lectura poética en el Centro Cultural José Martí, en Concepción, Chile.

 

Hablé con gente simple en las calles, que al conocer mi procedencia, también me abordaban con sus inquietudes. Como es la política de nuestra revolución y bajo la cual nos hemos educado, dije toda nuestra verdad. Nuestras fortalezas y nuestras debilidades. Expliqué las causas fundamentales que han originado nuestras dificultades en el orden material y que el mundo entero lo conoce. Fíjate que todos los años en la Asamblea General de la ONU con las únicas deshonrosas excepciones de los EE:UU e Israel, las demás naciones votan contra el mantenimiento del brutal bloqueo económico y financiero que nos tienen impuesto desde hace más de 50 años. Un gran amigo mío chileno gusta de expresar que ustedes tuvieron pérdidas por 35 mil millones de dólares a causa de terremoto del 2010 pero que Cuba cada año sufre las pérdidas de un terremoto similar por culpa de la ciega política del imperio.

 

Cuando estuve en concepción visité la playa de Lota. Sus aguas frías me congelaron los pies al minuto de estar metido en ella, pues no podía estar allí y no hacerlo. También me metí en las aguas frías del río La Cruz de donde extraje varias piedras con la cruz malta y conocí la leyenda del por qué de ese enigma, pero también conocí la explicación científica.

 
 

Pero lo que más me impresionó fue descender a la mina El Chiflón del Diablo. 14 kilómetros debajo del Océano Pacífico. El guía, un minero llamado Jorge, muy locuaz y creativo por cierto, narró a los excursionistas las terribles historias que allí sucedieron desde el Siglo XIX y de todo, lo que más me deprimió fue escuchar como a partir de los ocho años bajaban a los niños para que se encargaran de abrir y cerrar las puertas de los túneles y los amarraban por los pies hasta que se acostumbraban a la absoluta oscuridad, lo cual podía durar hasta un mes. Los gritos eran desgarradores y me pareció que todavía retumban aquellos ecos y quedé absorto, enmudecido hasta mucho después de haber salido de allí. La tristeza por los relatos se convirtieron en rabia infinita, porque estando sumido en aquellos impenetrables túneles, hechos centímetro a centímetro por generaciones tras generaciones de hombres sin esperanza, que morían jóvenes con los pulmones destrozados, conocí cómo se formaron las grandes fortunas de tu país y de otras naciones y ante esa asombrosa realidad, ningún ser sensible puede quedar inconmovible. Me traje un trozo de carbón, que ahora guardo, dentro de un bolsito de tela, frente a la mesa de mi ordenador.

 

Me encantaron los chilenos y las chilenas, estas más, claro está, jajajaja.  La gente es educada y solidaria para con el visitante. Siempre que necesité preguntar algo, recibí respuestas amables, en las calles, en los comercios, en el metro, que por cierto, fue la primera vez que monté en uno. Me parecieron estupendos, uno detrás del otro, casi siempre sin tumulto de gente. Claro, los tomaba entre las 9 y las 3 PM. Un amigo me dijo, cuando lo tomes a las 7 AM o después de las 5 PM, vas a cambiar de opinión. Y lo comprobé, realmente era una odisea lograr entrar a uno de los vagones, pero también en esos momentos los chilenos me parecieron educados y solidarios. Jamás escuché una protesta de nadie por el amontonamiento que se forman.

 

En Cuba tuve muchos amigos y amigas chilenos residente en el país, algunos de ellos me los encontré, pero lo que más me llenó de admiración fue la camaradería existente entre los creadores. En la SECH conocí muchos, al presidente Reynaldo Lacámara, al vice presidente Víctor, a cargo de quien tuvieron las calurosas palabras de bienvenida y que lastimosamente no se pudieron grabar; Edmundo Herrera, insigne poeta a quien le cupo el doloroso motivo de ser quien despidiera los funerales de Neruda y quien tuvo la gentileza de dedicarme varios de sus libros y de quien tomé unos versos como exergo para mi soneto Cantata por Chile que escuchaste en el recital que ofrecí en la SECH. Y muchos otros amigos. Pero hasta la Pacha Mama no quiso dejar de saludarme y con un ímpetu de 6,1 grados, hizo temblar la tierra en el momento en que leía mi poema "Buscando entre las hojas del tiempo la identidad de los malditos" y era tanta la vibración que me compulsaba, que cometí el involuntario e imperdonable desliz de no sentirlo, aunque creo que fue lo mejor que pudo suceder, porque de haber sucedido lo contrario, quizás hubiera dado un penoso espectáculo al salir corriendo de la sala de lectura, porque jamás en mi vida he tenido esa experiencia.

 

En fin, que me entregué todo a Chile y a los chilenos y chilenas y lástima del corto tiempo que estuve allá, demasiado para un turista, pero muy poco para entregar y recibir amor.

 

 

 

¿Qué significa para ti J. L. Borges?

 

 

Cuando una amiga escritora cubana, a quien tanto debo y a quien quiero con todo mi fervor (de La Habana. Es que se me sale Borges hasta por los poros) me regaló una recopilación bajo el título "Páginas escogidas" de Borges publicado por Casa de las Américas en la Colección Latinoamericana en 1988, me era totalmente desconocido. Me dijo, a ti que te gusta escribir poesía y cuentos, léete este libro. Ya nunca más lo solté y lo conservo, ahora mismo, mientras respondo esta pregunta, lo tengo a mano, siempre lo tengo a mano, porque tanto él, como César Vallejo y Miguel Hernández, son mis poetas de cabecera permanentes. Siempre digo, al hablar de Borges, que a partir de que mi amiga María del Carmen Muzio me lo presentó, siempre me acompaña. Y fue el complemento que necesitaba. En él encontré lo que en los otros dos no. Hernández y Vallejos son los poetas del compromiso total, con la vida, con los ideales y la rispidez existencial, mientras que a Borges no acabo de encontrarle el acomodo en el universo de mis cánones, porque a la vez que lo abarca todo, con la misma fuerza me abandona en medio de la magia donde se trifulca el camino hacia la vastedad del Universo para que ande por mi cuenta. Me lleva y me trae, pero siempre me espera y con sus ojos luces me ilumina las sombras impalpables del exilio perpetuo de la ancestral búsqueda de la imagen, donde más que esclavo me considero lacayo, sabes que hay mucha diferencia entre uno y otro, y fundamentalmente porque al lacayo no se le somete, sino, se somete voluntariamente.

 

Ha sido muy contradictorio Borges. Conmigo tengo en este momento también el libro de tu coterráneo Volodia Teitelboim, "Los dos Borges", donde logra poner al desnudo lo que pareciera fuera su personalidad, la existencia de dos seres diferentes en un mismo individuo. A pesar de todas sus contradicciones y puntos de vista filosóficos y políticos, que no son pocos y se conocen de sobre, ese Borges no es de mi admiración, porque nada me aporta, pero el otro Borges es diferente, no pueden esas facetas de su pensamiento y más que pensamiento conducta, invalidar la universalidad de su obra y su talento. Este Borges es el que siempre me acompaña. Podrán existir encontrados puntos de vista y es humano que así sea, pero esto último, nadie se lo podrá negar. Ya no existe el hombre físico, pero el hombre libro que nació para la eternidad, está ahí presente al alcance de todos  sin poner resistencia.

 

 

 

Mira, cuando el 16 de septiembre de 1985 Borges accedió a entrevistarse con el poeta y ensayista cubano y Presidente de Casa de las Américas, Roberto Fernández Retamar, conocidas eran sus hostilidades contra la Revolución Cubana y así y todo, lo recibió, fue amable y respetuoso y por suerte para los lectores cubanos, accedió a que se publicara en Cuba esta recopilación. Este era el Borges humanista. Pero él dio muchos filos de su sencillez. Hay que leer el poema escrito en Buenos Aires, el 9 de agosto de 1960 "A Leopoldo Lugones" donde va a entregarle a Lugones el libro que en vida nunca le dio. Allí se deshace el ser arrogante "como el agua en el agua". Reconoce que su vanidad y su nostalgia han armado una escena imposible. Entonces no era un monstruo inaccesible, sino, un hombre contradictorio que sobre todas las cosas, escribía muy bien y eso, los esclavos del arte, lo sabemos reconocer y apreciar. Al leer su poema "Borges y yo", encontramos la lucha de contrarios en la que se debate el ser consciente, que no obstante, ni el propio Borges sabe descifrar quien es uno y quien el otro, hasta tal punto que se ve obligado a reconocer que no sabe cual de los dos Borges ha escrito el poema.

 

Para mí, y quizás no solo para mí, Borges fue un gran burlón, que aún después de muerto, se sigue burlando. Tengo varios poemas donde lo cito, intertualizo e interactúo con él, como el que me escuchaste: "Una casa en el sur", donde me pongo a intercambiar con él, utilizando versos intercalados de su poema "La noche que en el sur lo velaron", dedicado a Leticia Álvarez Toledo, de una manera desenfadada y hasta quizás imprudente cuando no irrespetuosa. Yo lo admiro, pero no con una admiración manida a lo Balzac o carente de enjundia alimenticia sin colesterol oxidante, sino, con la percepción innata del que sabe reconocer el "algo" que existe aunque no lo pueda palpar, pero lo huele, lo paladea y lo incorpora sin que sea un propósito, porque es ahí la fecundidad del fervor, sentirlo, necesitarlo y absorberlo a través de los instintos que no se pueden cicatrizar en la espera infinita de una voluntad ajena. Por esto y por otras tantas emociones, no razones, es que Borges tiene el significado y el significante por los que desde que mi amiga la escritora me lo presentó, no lo abandono, ¿o él a mí? Yo, como dicen los versos finales de "Una casa en el sur" …no quise ser mal agradecido y los esperé en el viento. Y es que su poesía es intensa. Es una poesía que nace desde el desgarramiento existencial, desde esas lealtades que siempre lo compulsaron. Yo le agradezco.

 

 

Que le dirías a los lectores que no siguen, a través de esta revista virtual, de todas partes del mundo.

 

Primero pedirle disculpas por abusar de su tiempo, dada la extensión de mis respuestas. Pero no podía desperdiciar esta magnífica oportunidad que tú me has brindado para compartir criterios, de todo tipo, culturales e ideológicos, con los cuales se pueden o no, estar de acuerdo, pero que los expreso sin que medien temores por las discrepancias, soy polemista por naturaleza, experiencias muy personales, hasta diría que íntimas, pero a no dudarlo, son verdaderas.

 

También les diría que en esta Islita del sol, mi Isla azul, el amor por todos los hombres y mujeres de cualquier parte del mundo forma parte de nuestra idiosincrasia y que ojalá de esta oportunidad me nazcan cientos de amigos que quisieran compartir conmigo sus criterios y sus sueños. Estoy abierto a ello y les puedes dar mi dirección electrónica, incluso, a aquellos que solo compartan una porción de mis puntos de vista y hasta los que no compartan ninguno, pero amen la poesía, solo pido que cualesquiera que sean  sus criterios, ha de prevalecer el respeto a la dignidad humana. Quienes así no lo hagan, solo recibirán de mí el silencio, porque en esta corta estancia del paso por la vida, no desperdicio un solo instante en banalidades ni en dudosas concertaciones  de pensamiento.

 

Y por último, a que no dejen de visitar la revista, pues con ello, se convertirán en embajadores de buena voluntad en la esfera de la cultura. Y un abrazo fraternal.

 

 

 

Este pensamiento es para ti .

"Cultivo una rosa blanca en junio como en enero, para el amigo sincero que me da su mano franca. Y para el cruel...que me arranca el corazón con que vivo, ni cardos, ni espinas...cultivo; ¡cultivo una rosa blanca!" (José Martí)

 

Y estas glosas que acabo de improvisar, son para ti y para todos los amigos y amigas que nos visitan:

 

 

 

Jardinero de la paz
del verso y de la alegría,
del amor y la osadía
y la palabra veraz.

Jardinero que jamás
sembró la flor que se arranca
ni cultivó en la barranca
donde declina el honor.
Jardinero del amor:

cultivo una rosa blanca.

 

 

El tiempo corre en su río
entre estación y estación
y su impronta es la ecuación
del hombre y su desafío.

Yo, Jardinero, confío
en mis manos, lo primero
y siembro con tanto esmero
cada rosa en mi rosal,
que todas brotan igual
en junio como en enero.

Y mis manos son las manos
abiertas de la amistad,
soy el Árbol sin edad
para los tiempos arcanos.

Se las brindo a los hermanos
hechas de espuma; y de acero,
al tirano traicionero
que se embosca hacia lo oscuro.

Pero guardan lo más puro
para el amigo sincero.
 

¿Y para qué es la amistad
si no para refrendar
como la espuma en el mar
que al mar brinda su lealtad?

Yo brindo por la bondad
mis dos manos como banca
donde la traición desbanca
la amistad. Llevo conmigo
siempre amor, para el amigo

que me da su mano franca.

 

La Rosa me dijo un día,
una mañana a abril,
bajo la luz de un candil,
-ya la noche se perdía-,
dijo con sabiduría:
Jardinero, la barranca
no es la que al agua  estanca
pero te brinda su sed.
Doy a ella mi merced
Y para el cruel...que me arranca

 

En silencio la escuché,
trémula estaba la Rosa
que se mostraba piadosa
y a su lado me senté.
entonces le confesé
con un susurro cautivo
que en mi pecho verdeolivo
para ella deparaba
cada latido que daba
el corazón con que vivo

 

A la barranca sombría
puse empeño y la libré
de hierba y sembré café
donde antes café no había.
La Rosa feliz reía,
le dije –¡por Dios me inhibo!
¿no ves que sigo cautivo
de tu sonrisa?- Me habló
la barranca y se escuchó:
cardos ni orugas...cultivo.

 

Quedé absorto en el umbral
de aquel instante increíble,
¡por Dios cómo fue posible
que sucediera! El brocal
de un pozo hacia lo abismal
de la parlante barranca
me dijo dame tu franca
mano gentil Jardinero
por ti, mi amigo sincero,
cultivo una rosa blanca.

 


03-02-12

09:50


 

 

 

 

 

Poemas de Modesto Caballero Ramos


   

 

   
 

 

VISITACIONES


Soy la desnudez del alba
que la noche lo abandona
a la ira del sol. Burlona
oquedad. Ya nada salva
a esta hormiga. Soy la malva
presunción donde la suerte
busca el traje que la inserte
para atarrayar la vida.
Después de cada partida
el sol regresa a mi muerte.

 

 
   

 

   
 

 

LOMBROSIANO


Nace el hombre ya homicida,
sangre es el primer vestido
de donde emerge abatido
indefensión. Herbicida,
ser, luego, la cumplida
misión de Dante, grotesco.
Es un puñal en el fresco
aire de la ira, diente,
brutal desgarro, inconsciente,
oscuro, sin parentesco.

 

 
   

 

   
 

 

IMAGEN


Un hombre se desviste ante el espejo,
su cara se transforma, lo mutila.
Mira por la ventana, se destila,
se siente inmenso. Sabe que es complejo
de mirarse. Intenta sentirse viejo,
el más viejo de todos los mortales.
El del espejo vive sin rivales,
pero él se teme a sí mismo. Confunde
el ojo siempre al hombre cuando se hunde
en el rostro ancestral de los cristales.