Jose María Memet

El Duro Oficio del Poeta

Por Sandra Maldonado H.  Con archivos en Mp3

 

José María Memet Nació en Neuquén, Argentina, en 1957 y se nacionalizó chileno en 1970.  Ha publicado varios libros, entre ellos "Poemas crucificados" (1977); "Bajo Amenaza" (1979); "Los gestos de otra Vida" (1985), "Amanecer sin dioses" (1999) y hace poco "El rastreador de lenguajes" (2005).

 

Es responsable de la creación de Chile Poesía, encuentro internacional de poetas, evento que ha tenido una importante repercusión en la vida cultural de este país.

 

La siguiente entrevista se realizó en un café de la Plaza Mulato Gil a pocos días de que viajara a Brasil a La Feria del Libro de Matto Grosso.

 

En Cuiabá mantendré un encuentro con  cuatro o cinco escritores que aparte de ser poetas realizan un trabajo de gestión cultural tal como lo hago yo acá, la idea es establecer ciertos caracteres comunes y lineamientos  en términos de análisis de lo que implica hacer cultura dentro de América Latina, el intercambio de experiencias y el que hacer mancomunado, que siempre es poco.  Existe un problema serio en todo el continente que tiene que ver con la falta de experticia al respecto y una situación amateur por un lado y corrupta por otro, en lo que se refiere a las donaciones culturales o lo que se denominaría en Europa o Estados Unidos como filantropía.

 

Acá en Chile todo es muy mezquino.  Si no eres amigo o conocido de alguien no obtienes nada.  Son muy pocas las empresas que te apoyan por la valía de un proyecto.

 

Este es un problema que atraviesa el área privada y pública...

 

Absolutamente.  Si tú ves la parte pública, salvo escasísima excepciones, no hay proyecto país.  Chile Poesía vendría a ser uno de ellos, no pertenece formalmente al gobierno, es privado.  Aunque tenemos también aportes  gubernamentales que hemos conseguido a través de un trabajo persistente y serio de 7 años.

 

¿Cómo surgió Chile Poesía?.

 

Es más simple de lo que se cree.  Junto con otros escritores como Zurita,  Maquieira y Redolés hacíamos recitales donde juntábamos a  mil personas, si éramos capaces de hacer eso, imagínate con grandes poetas de otras latitudes, de distintas lenguas, era cosa de multiplicar nada más.  

 

Para el primer encuentro me tardé seis años en hacer las gestiones,  aunar las voluntades y vender la idea de que esto era posible.  Ocurre que las distintas instancias de poder, ya sean ministeriales o privadas funcionan en base a los beneficios que puedan obtener y  les costó mucho concebir que con un multitudinario encuentro de poesía pudieran lograrlos.  Fue una ardua tarea.  Sin embargo hay que ver la prensa del año 2001 antes, durante y después del encuentro, se quedaron de una pieza porque nunca imaginaron que podía ser tan masivo. Bueno, esto tiene que ver con un trabajo, una idea, un espacio-tiempo país y con un lenguaje, es decir,  la poesía es uno de los pocos lenguajes que no está falseado, que no es susceptible de una compra y venta tan  fácil.  Es un arte mayor, y dentro de este país existe una tradición muy fuerte que fácilmente se puede vislumbrar porque en cada generación surgen siete o diez poetas de primera línea, la diversidad es muy grande, los tonos son distintos y el nivel de profundidad es muy potente.  En este ámbito Chile sigue siendo importante, más que en cualquier otra área, de fútbol ni hablar.  

 

Lo que dices me llama la atención porque en una entrevista anterior dijiste que una de las grandes mentiras de este lugar es que "Chile es un país de poetas" y, sin embargo, hablas de nuestra tradición literaria.

 

Eso no significa que exista  una contradicción, a lo que yo me refiero cuando planteo lo otro es que "si levantas una piedra  y aparece un poeta" no es tal.  Hay muchos que son escribidores; yo creo que cualquier persona tiene el legítimo derecho de escribir y articular un discurso, de pensar el mundo a partir de la poesía y del lenguaje.  Ahora, que ¡todos sean poetas!...

 

Ser poeta significa tener una conciencia y esa posibilidad de trabajar con el lenguaje, también implica una rigurosidad, un oficio que es muy duro (dentro de los oficios, ser poeta es uno de los más duros) porque antes de obtener algún reconocimiento deben pasar al menos veinticinco años y si no se pasan lo más probable es que te hallas muerto en la acequia.  A pesar de eso, estamos en una sociedad que termina reconociendo a sus poetas.   A mi me gusta ese espíritu que tiene la gente de apreciar este arte y de intentar crearlo, pero insisto, no todos logran la altura que creen.  Por eso hablo de diez o doce exponentes  por generación, eso es mucho en un país de pocos millones de habitantes, en otras partes del mundo con suerte salen dos o tres, salvo situaciones excepcionales que ocurren de cuando en vez.

 

¿En este momento tú crees que se está produciendo algo así?.

 

Si contamos a Nicanor Parra, me parece que habrían unas seis generaciones activas, o sea, Parra y Gonzalo Rojas; después vendría la generación del 50 con Uribe, Barquero y otros; luego la del 60 con Omar Lara, Oscar Hahn; luego la mía; después los más jóvenes donde está Diego Valenzuela, Jesús Sepúlveda, Sergio Parra; y una aún más joven con Carrasco y todos los demás.  Lo que es harto, con grandes aciertos en el discurso poético, hay gente muy joven  que logra tener una voz propia con rasgos importantes y persistentes en el tiempo.  Son menos de los que se cree, insisto en eso sin ánimo de ser odioso ni hacer diferencias estéticas; lo importante en la poesía es ver, no mirar, y ser capaces de apreciar el verdadero valor de una obra aunque no te guste necesariamente el contenido o  la estructura .  Aceptar la diversidad y no caer en el juego de aniquilar por aniquilar.

 

Creo que para el desarrollo de una obra hay que tener un espíritu auto crítico y en segundo lugar ser crítico en relación a todo lo que existe también.  Eso lleva a tener una conciencia mayor y real de todo el fenómeno poético.  Ocurre un problema cuando las generaciones empiezan a darse un auto-bombo o se condecoran a si mismas, no abren la cancha, obviamente construyen una atmósfera y en un ambiente donde no hay muchas posibilidades para los poetas, más bien pocas, cualquier persona que se destaque  va ser  envidiada y muy zaherida también.  Hay un cierto nivel de grupo un poquito demencial, yo diría enfermo, que confunde la poesía con la farándula o la tontera; la poesía no tiene nada que ver con esto porque hay niveles de profundidad más relacionados con una capacidad y un sueño de país.  Chile antes  de ser un país fue un poema, piensa que la Araucana fue escrita trescientos años antes de que fuéramos país.  

 

Pero entre La Araucana y la generación previa a Carlos Pezoa Véliz Chile era considerado un país de historiadores donde era difícil encontrar un poeta de calidad.

 

Claro, aunque también se escribía mucha poesía antes de Pezoa, pero era una poesía afrancesada dentro de los cánones de esa época.  Lo que hace Pezoa es romper un discurso burgués e incorporar personajes tan vigentes hasta el día de hoy y que son parte de nuestro sentido de nación, de chilenidad.  Allí nuestra poesía contemporánea empieza a existir.  O sea, Parra es un total deudor de Pezoa Véliz, si hablamos de antipoesía tendríamos que empezar con Carlos Pezoa Véliz.

 

¿Qué trae Chile  Poesía para este año?.

 

Dentro de Chile Poesía hay varios programas.  Se hace la universidad de la poesía, el  Festival Internacional, tenemos una editorial.  Dentro de los escritores internacionales y representando a Argentina, país invitado de honor,  viene:  Claudia Masin y Leonidas Lamborghini entre otros.

 

¿A qué problemas te ves enfrentado?

 

Hay ciertas personas e instituciones que no entienden lo que es un aporte a una comunidad y sus intereses personales.  Nosotros nuevamente no fuimos apoyados por el Consejo del Libro, y  el nivel de fundamento para negar los recursos es de una precariedad absoluta: de un nivel de impacto del cien, Chile Poesía tendría a penas once. De aporte cultural, un veintinueve por ciento, si eso no es animadversión o envidia no sé lo que es.  

 

Creo que debe producirse un cambio, porque no se puede aportillar un evento de esta naturaleza, que sirve al desarrollo de un arte, que logra aunar esfuerzos, tanto que este mismo encuentro Chile Poesía ha permitido y posibilitado que otros encuentros existan a través del país, es decir, nosotros reposicionamos la poesía en Chile; lo mínimo que podrían hacer es apoyarnos en algo.

 

Si no tienes estos aportes ¿Cómo financias el evento?

 

Nosotros tenemos ya ganado un espacio a nivel gubernamental, donde la presidencia de la república nos entrega directamente su aporte, como también de la empresa privada, los municipios, las universidades, las embajadas.

 

¿Quiénes te ayudan en la elección de los participantes en Chile Poesía ?

 

Chile poesía la hago yo,  no somos una fundación, aunque me junto con amigos escritores que me ayudan a idear el programa, entre ellos están Zurita y  Maquieira.  Tratamos de que sea un evento incluyente, nosotros no marginamos a nadie porque la poesía es un arte que va más allá de ideologías y religiones, y por lo mismo hemos sido criticados por ciertos sectores.  

 

A diferencia de algunas ideologías, con la poesía tú no andas matando gente.  Salvo un par de escritores raros, los poetas no canta a la muerte, pueden tener aproximaciones a ella, pero no canta a la violencia como forma de generar vida.  

 

Sin embargo se les teme igual a los poetas.  A García Lorca lo mataron por considerarlo más peligroso con su pluma que con una arma.

La bestialidad siempre le va a temer a la belleza.  Algo va a cambiar en la sociedad. Así como yo lo veo,  estos últimos 40 años fueron y serán muy duros, pero habrá una transformación mundial tremenda.  De aquí a cien años no existirán los Bush ni los Hussein, la transformación cultural es irreversible.

 

¿Qué significa para ti hoy, en este momento, el poema "La Misión de un Hombre" que escribiste en 1979?

 

La gracia de ese poema que está plenamente vigente y lo seguirá estando en cien años más, si tú te fijas el poema dice "Un hombre es un hombre/en cualquier parte del universo..." y el ser humano va dejar la vida de este planeta.  El poema tiene una validez mayor  porque en el fondo esa reinvención tiene que ser en cualquier punto del universo. Cuando lo escribí estaba pensando en lo que implica la dignidad humana, yo trabajé diez años en la Vicaría de la Solidaridad, así es que conozco muy bien y sufrí en carne propia los rigores de la represión.  Obviamente es un poema que conceptualiza una época, pero que la trasciende.  Hay otro aspecto interesante en ese poema y es que tiene una aparente simplicidad basada en un arduo trabajo, sin embargo puede tener quince interpretaciones distintas.

 

¿Cuántas veces revisas un texto antes de darlo por concluido?

 

Hasta el cansancio.  Tenemos una costumbre con mi círculo de amigos que es intercambiar nuestros poemas y analizarlos, haciéndonos observaciones para mejorar el texto y no perder objetividad.  A veces dejo el texto abandonado por varios meses antes de volver a tomarlo; la gracia de vivir es que al envejecer uno se hace más sabio, más conciente y cada día estás más muerto también.

 

En todo caso, has publicado muchos libros...

 

Cuando joven publiqué mucho, ahora estoy haciéndolo en forma distanciada.

 

¿Te arrepientes de haber publicado algo?

 

Creo que en los libros  "Bajo Amenaza", "Poemas Crucificados", "Cualquiera de Nosotros",  hay poemas que ahora no habría publicado.  Empecé muy joven, a los 14 años publiqué mi primer poema y además había una urgencia política en hacerlo, de la  cual  me hago cargo, ya que soy uno de los poetas que tuvo una posición muy clara hacia la dictadura, pero tomar eso desde el punto de vista del lenguaje como un lei motiv,  es un error estético importante y lo asumo como tal, es decir que hice textos en algún  momento traspasado por las circunstancias.  Lo peor que le ocurrió a este país es la sobre- ideologización, que no te deja ver lo que hay detrás del lenguaje, lo que hay detrás de un cadáver, lo que hay detrás de un tiempo.  Eso te lleva a una completa mentira, la vida no consiste en ser un héroe ni un mártir.   

 

¿Tienes otros proyectos culturales?

 

Nosotros hacemos normalmente la Universidad de la Poesía que trae poetas por doce días y los llevamos a diversas ciudades donde realizan talleres e interactúan con poetas jóvenes.  Esto fue un éxito en todas partes,  menos en Santiago,  lo que me refleja algo muy sintomático hacia nosotros, es como una enfermedad : en las nuevas camadas se da el creer que el único discurso válido es el propio, con una poca visión macro y una soberbia parricida, llena de envidia.  Recuerdo que tuve mis diferencias con Enrique Lihn, pero siempre las discusiones fueron con altura de mira.  Hoy hecho de menos ese nivel de debate.  Hasta mi generación, nosotros teníamos una relación de amistad y encuentro con los poetas que nos antecedían, sin diferencias de edades, había una continuidad. Como decía Eliot:  la poesía es siempre tiempo y el tiempo suele durar, estamos siempre ahí mismo, entonces siempre podemos conversar y profundizar.  Pero aquí se rompió ese hilo ancestral, todos quieren ir por el camino fácil, quieren ser famosos y no tienen ni obra, quieren ser conocidos y no han escrito un puto poema como la gente, pero pelean y denostan a como de lugar.

 

A propósito de Lihn, él tuvo un taller donde participó Rodrigo Lira, ¿Conociste a este poeta?

 

Sí, claro, fui amigo de Rodrigo Lira.  Era más loco que una puerta.  Rodrigo era menos genial de lo que la gente cree, pero tiene elementos dentro de su obra que son muy potentes. Era una persona golpeada por su enfermedad, por lo que no lo pasaba bien, y esta influyó en la manera en que se mató.

 

Él era muy lúdico y gustaba de hacer persistentes harakiris poéticos atacando a otros poetas, una de sus victimas fue precisamente Lihn y varias veces.  Rodrigo era capaz de llegar con un inmenso rollo escrito a los recitales de Enrique Lihn y ponerse a leer su texto en medio del acto destruyendo la presentación que se llevaba a cabo.  Era un happening muy divertido, pero con una gran cuota de locura e irrespeto importante.  También era parricida pero al menos lo hacía con arte.  Creo que se ha mitificado mucho su figura, cuando también en esa generación, que era la mía, habían otros poetas importantes, tal como Armando Rubio al cual hemos intentado rescatar con un concurso que lleva su nombre y que está dirigido a los poetas menores de 30 años.

Háblanos de otro mito : Juan Luis Martinez.

 

Con Juan Luis teníamos amigos comunes muy grandes.  Le conocí bastante, le estimé mucho y él también a mí.  Tenía una capacidad intelectual y un conocimiento mayúsculo.  Era muy generoso y se manifestó muy cercano a mi trabajo, le gustaba el tipo de creación poética que yo estaba haciendo.  Con respecto a su trabajo, a mí me gusta el concepto que él tenía, sobre todo en lo que se refiere al poema "La desaparición de una Familia" que tiene que ver no sólo con esa tragedia  que le sucedió a toda a América Latina, si no también con la autodestrucción del hablante, del yo, transformándose en un discurso señero que es capaz de englobar una visión de mundo de varias generaciones dentro de este país y de lo que significó todo el período de dictadura.  Es clarísimo el poema, pero a la vez manifiesta un nivel de matices, ribetes y complicaciones que no es usual ver en la poesía chilena.

 

Tu relación con otros poetas de tu generación...

 

Admiro mucho el trabajo de los poetas de mi generación.  Más allá de todos los discursos  potentes que enriquecen este mar que es el lenguaje de la poesía chilena, obviamente uno se queda más cercano con lo que tiene que ver con tu propio tiempo, pero también hay que estar próximo a lo que significa el tiempo universal, porque nosotros somos como ríos (parafraseando a Quevedo) que van a dar a ese mar profundo donde están todos los que dejaremos de ser algún día, pero de quienes quedaron sus textos que tal vez sobrevivan algunos centenares de años.  Somos como esa lágrima del Replicante que se pierde en la lluvia de la película Blade Runner, no somos más que eso, pero al menos hay que vivir ese instante con la profundidad del caso.

 

Siempre dejamos este espacio para que nuestro entrevistado diga lo que quiera.  Ahora es tu turno.

 

La envidia es un sentimiento maravilloso, sobre todo cuando la produzco yo.

 

 

Algunos Poemas de José María Memet

 

 

La Misión de un Hombre.

 

Un hombre es un hombre

en cualquier parte del universo

si todavía respira.

 

No importa que le hayan

quitado las piernas

para que no camine.

 

No importa que le hayan

quitado los brazos

para que no trabaje.

 

No importa que le hayan

quitado el corazón

para que no cante.

 

Nada de eso importa,

por cuanto,

 

un hombre es un hombre

en cualquier parte del universo

si todavía respira

 

y si todavía respira

debe inventar unas piernas,

unos brazos, un corazón

para luchar por el mundo.

 

(del libro:  Bajo Amenaza, 1979)

 

 

Vidas Ejemplares

 

Tres fósforos yacen acostados

en una cama de cartón.

Es tarde en la noche

y el calor del verano los sofoca;

conversan del destino

y de lo hermoso que es arder

acercándose a dos velas

cuando los enamorados

se miran con dulzura

antes de cenar.

Están concientes que sus vidas

se acercan al ocaso y no le temen;

la vida es eso, una llama que surge

y que se apaga

al intentar asir su fuego.

Tranquilos aguardan

y en el tedio de la espera,

juegan a soñar que hay otra vida

que nace cuando mueren.

 

(del libro:  Un animal noble y hermoso

cercado entre ballestas, 1979)

 

Aguas Detenidas.

a Gonzalo Millán.

 

Los peces   se desplazan   en el agua

Buscan y encuentran   el sentido de girar

sobre un eje invisible   e inexacto

en una vida   que es muy breve

 

De ojos perfectos   y en silencio

los peces   se desplazan   en el agua

Mueven agallas   les late   el corazón

La sangre   en sus venas   corre fría

 

En una vida   que es muy breve

-frente al mundo que los mira-

los peces   se desplazan   en el agua

Las burbujas   explosan   casi mudas

 

Cada día los hombres   se desplazan

no saben que la tierra   es la pecera

Intentan respirar   a veces aman

sobre un eje invisible   e inexacto

 

Cuando se quiebra   la pecera

se escurre el agua   entre los dedos

Sostener el alma   deja cicatrices   en las manos

Los vidrios   alimentan   las heridas

 

En las profundidades   de un acuario

es una tragedia   pensar

Peces y hombres   se vuelven

alimento   de la nada.

 

(del libro:  Amanecer sin Dioses, 1999)