Guillermo Núñez.

¿Qué hay en el fondo de tus ojos?

por Sandra Maldonado y Miguel Moreno D.

 

Multifacético es Guillermo Núñez, pintor, dibujante, escenógrafo y poeta que mantiene un afán incesante por seguir trabajando y produciendo una obra artística de las más singulares en Chile.  Nada de lo que le tocó vivir (prisión, tortura y exilio incluido) ha logrado detener su porfiado avance recordándonos las zonas oscuras del hombre, como un grito desesperado para que los horrores no vuelvan a producirse.  Por lo tanto, nunca se olviden.. y del perdón, bueno, ya verá cada uno.

 

Desde muy temprano se vio inclinado a la temática social y de denuncia en su trabajo.  Participando de una visión marxista de la historia pero con una educación católica a fuego por parte de sus padres. La vida de los mártires llamaba su atención al punto de querer, cuando niño, ser uno de ellos. 

 

La segunda guerra mundial  lo  lanzó  a  la  defensa  de  los  derechos  humanos.

Cuando estuvo en Bucarest visitó un campo de concentración nazi, allí observó las pequeñas habitaciones donde se apilaban los prisioneros del holocausto, con restos de cabellos, piezas ortopédicas, dientes. Anduvo por esos fríos lugares del alma y desde ahí no dudó, se trataba de apoyar al ser humano.  Años más tarde,  él mismo tendría que soportar los vejámenes en los centros de tortura de la dictadura de Pinochet; pero ese no es el tema.  En su casa nos recibió para hablar de su vida, su trabajo y sus concepciones del arte.  Esto es lo que conversamos.

 

En 1957 junto a Delia del Carril y Delia Barahona  funda la Galería "sol de Bronce". Cuéntenos a cerca de esto.

 

Fue una loca aventura. Estaba también José Venturelli , pero participaba menos, entonces nos parecía importante hacer una galería y empezamos incluso realizando la primera exposición que fue de mujeres pintoras. Bueno eso duro un tiempito luego se deshizo.   Como había un local que estaba desocupado en un edificio de departamentos, éste se arrendó, y  empezamos a trabajar,  juntar gente, después yo no seguí, se quedó a cargo la Delia Barahona,  luego lo fueron tomando otros, en realidad nosotros dimos el impulso inicial más que nada.  Se fue terminando de a poco porque nos metíamos en otras cosas. Justamente en esa época Delia Barahona con su familia se fueron a China y coincidió con el Festival de Moscú, ya no estábamos los tres juntos.

 

En 1966 comienza a utilizar la Fotografía como documento impreso en serigrafía ¿que lo lleva a explorar este arte?

 

Yo siempre desde muy muchacho trabajé en la serigrafía, me interesaba el procedimiento y también los resultados comerciales que pudiera obtener, fabricaba tarjetas de Navidad, primero las imprimía  yo mismo, a veces  se coloreaban a mano,  después pasaron a fabricarse en  un taller de Serigrafía.  El año 64 y 65 estuve en Nueva York, allí me tocó  vivir  la época de los artistas Pop, Andy Warhol, Lichtenstein;  algunos de ellos utilizaron la fotografía,  como Warhol  imprimiéndola sobre la tela.  A mí me parecía que hacían un arte muy liviano, más bien comercial.  Después me di cuenta que no era tanto .  Entonces pensé que era importante utilizar ese método pero con un contenido distinto, de hecho siempre he trabajado partiendo de fotografías como las de la  Guerra de Vietnam que estaba en ese momento:  usaba una fotografía y,  si se puede decir, la interpretaba.  De pronto 

me dije por qué no usar esta fotografía que es la que ha "inspirado" la obra y  colocarla en la tela.  Realicé obras con un criterio más político, de protesta, de allí me pareció que la fotografía se podía  imprimir en tela, pero en esa época era un procedimiento  muy caro, ahora es más barato. Por lo tanto yo usaba unas fotos chiquititas y se imprimían varias veces para poder aprovecharlas.  Después,  con ese criterio,  yo quería hacerlas más grandes pero me enfrentaba al limitante que es el costo y empecé a pintar como si fuera una fotografía.  Siempre esos eran documentos políticos,  por ejemplo yo pinté la guerra de Vietnam, las masacres en Chile , como la de El Salvador donde murieron ocho mineros y también pinté a propósito de la masacre de Santa  María de Iquique.

De estas obras, "Bandera para ocho mineros de El Salvador" fue un regalo que le hice al Presidente Allende y se encontraba en la Moneda al momento de ser bombardeada.  También usé la bandera chilena  como motivo en otro cuadro que se llamó "Se encendieron ocho estrellas en el Salvador", que consistía en ocho banderas y una fotografía. Ambas desaparecieron a causa del golpe militar.  De todas estas obras queda sólo una.  Como todas eran  muy  contestarías la Junta las hizo desaparecer.  Incluso el mural que yo había hecho para la UNCTAD  también lo destruyeron;  cosa curiosa, el mural que dejaron fue el de José Venturelli  y él era el más extremista de todos, rompieron el de Balmes también ya que no podían sacar las pinturas de la pared, sino seguramente se las habrían robado.

 

 

La Quinta del Sordo es el resultado de una secuencia de hechos fortuitos que dieron origen a esta exposición donde se muestra la crudeza a través de imágenes.  Quisiera saber si de alguna manera con esta obra logró apaciguar un poco su dolor.

 

Yo no trabajo con dolor, lo hago muy fríamente. Si trabajara con algo sería con rabia, pero cuando estoy creando soy una especie de tanatólogo del Instituto Médico Legal que autopsia un cadáver,  con la mente muy fría de manera que nunca he considerado que lo que yo hago sea una forma de aliviar el  dolor, es posible que lo halla sido,  pero no lo he mirado desde ese punto de vista.  Quizás el tiempo ayude más que otra cosa .

 

En La quinta del Sordo reuní trabajos que estaban dispersos desde varios años.  Sumé además  la obra Galaxia Oscura que ese sí es y está trabajado como una reflexión sobre el dolor. Esto surgió cuando una crítica de arte que  

trabajaba  en El Mercurio me invitó en el año 2000 a participar en un proyecto que ella estaba haciendo  para Alemania.  Quería hablar sobre el dolor, le iba a pedir a pintores de varios países que hicieran su imagen sobre el dolor y yo le dije  que tengo una visión  muy partidaria de eso , no voy hablar de dolores  de muelas ni  de dolores amorosos, y estuvo de acuerdo porque mi visión era lo que le interesaba . Entonces comencé  a trabajar en eso, me llevé varios años.  El primer esbozo de este trabajo fue esa imagen a cerca de Buchenwald, y la de un niño negro hambriento, dibujé y escribí cosas  sobre el tema.  La idea al comienzo debió ser colocar  imagen y  texto, pero me pareció muy conceptual,  por lo tanto la trabajé  y la modifiqué mucho, aunque desde un principio se trataba de mezclar literatura con imágenes.  Incluso en algunos casos colocaba solamente las palabras, eso me interesa porque el texto se transforma en una cosa de imagen, el texto mismo tipografiado, la manera como lo ubicas, tiene ese concepto.  Así nació Alquimia que es una novela, por lo menos yo la considero así.

 

 

Entonces fue reunir varias cosas que no se habían mostrado en Santiago que estaban dispersas por distinto lugares. Lo que se hizo especialmente para la Quinta del Sordo fue Laberinto.  Eran cuatro casetas de madera como las que se usaban en Villa Grimaldi. En la cara posterior había una rendija por donde se podía mirar y  ver imágenes de horror intercaladas con textos más o menos angélicos a cerca de lo que es el arte. La idea en esta exposición era la siguiente : mostrar algunas cosas muy oscuramente y otras con mucha luz porque yo siempre he pensado que  en algunos casos manejamos mucha información   y eso nos impide ver lo notable, en otros casos se oscurece y no se deja ver nada.  En esta exposición algunos cuadros tenían mucha luz y para poder leer lo que estaba escrito había que acercarse, se le colocaban dificultades al espectador, incluso todo esto estaba detrás de alambres de púas, la idea era obligar al público a que tuviera una mirada más atenta.  Por eso siempre me ha gustado colocar una serie de preguntas para la gente, las respuestas a veces son interesantes,  pero eso no me interesa tanto como el hecho o la actitud que debe tomar el espectador para contestar.   De  esa

manera él tiene que reflexionar por dónde va lo que uno está trabajando, en cierto modo podrían hasta remplazar los títulos ya que ningún cuadro lo tiene; es colocar al público en la misma posición y actitud que tuvo el pintor frente a la obra antes de hacerla.

 

Lo que la gente responde a las preguntas  me da lo mismo, no busco hacer una encuesta sociológica, aunque todo lo guardo porque quizás a alguien le interese.  La gente escribe muchas tonteras, también insultos, "comunista de mierda" por ejemplo, eso es  una actitud de violencia que para mí  es casi un halago porque quiere decir que algo toqué dentro del alma de esa persona . es interesante que la gente pueda manifestarse, lo que pasa  es que a mí siempre  me impresionó que en los baños la gente escribiera cosas, o sea hay una necesidad de escribir.  Se dice que es más fácil escribir que dibujar, estoy de acuerdo, he tratado que las personas participen en la exposición pintando o interviniendo algún cuadro y  la respuesta siempre ha sido muy mala, en cambio cuando escriben son más concientes,  eso también es interesante, de manera que la palabra tiene más peso. Es curioso, se dice que una imagen vale más que cien palabras, pero parece que es al revés.  Aunque a veces la palabra no basta, no tiene el peso de esa voz interior que se quiere expresar, es lo que pasaba con Paul Cellan que tenía ese problema, él quería decir más cosas pero le faltaban las palabras, así que las inventaba.  A Hölderlin le pasaba lo mismo. Son poetas que usaban la palabra y sobre todo el alemán que es tan expresivo,  pero aún así les era difícil poder decir todo lo que ellos querían, por eso es interesante.

 

Se han hecho tantas búsquedas con respecto a este problema, la  Poesía Concreta por ejemplo, la poesía visual, en Europa  hay mucho de eso, el juego de la disposición en la  página de las palabras. Apollinaire fue uno de los primeros. 

 

Con toda esa opinión a cerca de los poetas ¿Cuál es su relación con la poesía?

 

Desde muchacho me interesó la poesía.  García Lorca, primero; luego Neruda y ahora leo todo lo que me cae en las manos. Me interesa mucho Gonzalo Rojas. Entre los jóvenes, José Ángel Cuevas, que es muy interesante.  Lo mismo que ese loco  de Mauricio Redolés; creo que esos dos son grandes poetas.

 

¿Y Nicanor Parra?

 

Me cuesta un poco. Me desconcierta todo lo que ha hecho ahora último. No sé si juega o qué. Tiene todo el derecho a hacerlo, mal que mal es poesía, pero me interesa más una poesía con menos juego y más contenido, que penetre en el ser.

 

Con la poesía me han pasado cosas curiosas, con Paul Cellan por ejemplo llegamos a cosas muy similares y sin habernos conocidos personalmente ni en nuestras obras. Yo trabajé mucho con la idea de la rosa y él habla de Esa rosa de nadie. Había leído a Hörderlein mas no a Cellan. Ahora sí, todo lo de él me interesa. Incluso vivimos en Paris en la misma época, compartimos ese espacio y ese tiempo y nunca nos encontramos.

 

Hablemos un poco sobre la construcción de libros objetos. ¿Qué vínculos ve entre sus trabajo con los libros y las obras de otros escritores como Juan Luis Martínez que tiene La poesía Chilena, por ejemplo?

 

Justamente en el libro que estoy haciendo hay un homenaje a Juan Luis Martínez donde utilizo la bandera chilena de la obra Bandera para ocho mineros de El Salvador que hice el año 65 y que también va a ser un homenaje a Allende.

 

También siento una cercanía con los Artefactos de Nicanor Parra.  

 

¿Y la poesía visual de Gonzalo Millán?

 

Gonzalo Millán no me interesa para nada. Todo lo que dice me parece una palabrería sin sentido aunque muy bien dicha, eso que él llama poemas plásticos son sólo una tontería y merecen ese nombre porque van envueltos en un sobre de plástico, pero valor como objeto visual no lo tienen; Nicanor sí, los objetos de Parra son muy buenos, es un juego muy surrealista; Juan Luis Martínez también. Con él tuve la suerte de conversar una sola vez dos o tres años antes que muriera, no nos conocíamos, yo había estado en el exilio y él no, así que no sabía de su obra. Tratamos muchos temas e incluso programamos juntarnos otra vez para grabar ese encuentro, pero nunca se hizo. Es curioso, uno cree que la gente que quiere es inmortal.

 

Es singular el que usted se defina como artista visual y realice un trabajo muy cercano a la poesía. ¿que opinión tiene de esto?.

 

Esas son desviaciones. Yo expreso más con la pintura, aunque a veces la tengo que unir con la poesía porque comienzo a reflexionar y a escribir, sin embargo puedo ser un pintor profesional pero no un poeta profesional. Me interesa las dos, mezclarlas. He ilustrado a muy pocos poetas, incluso las cosas que hecho sobre  Neruda más bien ha sido buscar sus textos mientras estos se aproximen a lo que yo estoy haciendo. La única vez que me metí a fondo para tratar de encontrar el meollo de su poesía fue con la  canción desesperada, ese fue un trabajo de varios meses en que en el proceso yo comencé a dibujar y surgió esto último que es la caja Todo en ti fue un naufragio que se lanzó este año (2004) con motivo del Centenario del Poeta.

 

Al otro que he ilustrado es a Gonzalo Rojas.

 

¿Dónde están esos trabajos?.

 

Han sido unos libros de lujo de muy poco tiraje. A otro a quien mandé algunos dibujos desde Paris  para ilustrar sus libros fue a Jaime Quezada; también a Eugenio Llona y ahora último estoy haciendo algo con la obra de Carmen Berenguer. Con respecto a los dibujos que hice de la obra de Neruda estos van a aparecer muy pronto en el sitio web del Instituto Cervantes en Madrid.

 

En relación a los nuevos formatos tecnológicos ¿Qué le parece internet como soporte para la fabricación y difusión de la obra artística?.

 

Me interesa pero me aterra un poco, tengo una posición ambigua frente al internet, porque en el fondo me da la sensación de que existe y de que no. Tengo demasiado apego al papel y a los soportes que se pueden tocar, pero no estoy en contra de la tecnología, al contrario me parece fantástico y válido. De hecho mi hijo Pedro Núñez realiza su trabajo y expone a través de internet.

 

Usted comenzó en el teatro ¿Cómo pasó después a la pintura ?

 

Yo entré a la Escuela de Teatro y Bellas Artes al mismo tiempo. Y a pesar de que siempre pinté, llegó un momento en que le di más importancia al Teatro.  Incluso me casé con una actriz.  Con el tiempo fui separándome más de la idea de la decoración en el teatro y dándole más importancia al actor,  ya que en esta actividad él es sin duda lo más importante y el resto - yo incluido como escenógrafo - es absolutamente prescindible.  Todos mis decorados eran muy desnudos.  Bueno, el paso lógico siguiente era dirigir una obra, pero  me  di  cuenta  que  lo  mío  realmente  es 

la pintura y allí dejé lo otro. Lo último que realicé para el teatro fue durante el exilio que participé en el montaje en Alemania de Fulgor y muerte de Joaquín Murieta, la única obra teatral de Neruda con música de Sergio Ortega.

 

¿Y qué ocurrió antes en Chile con esa misma obra cuando la montaron?

 

Con Neruda, cuando hicimos Murieta en Chile, el director era Pedro Olmos. Neruda había pensado en decorados muy "pintorescos", quería que parecieran grabados antiguos.  Pero conversando con el director vimos que esta obra había que minimizarla, que era mucho más que esa tontería que quería Neruda con esos "monitos" detrás, era algo  más profundo y  poético.  Así trabajé la idea de la "página en blanco".  Si nosotros tomamos una hoja de papel y la doblamos por la mitad, dependiendo de como se disponga en el espacio, esa hoja puede ser distintas cosas, una tienda, por ejemplo, una muralla, una vela, etc.  Coincidió esto con la venida del teatro griego y Pedro Olmos quedó muy entusiasmado con eso, así que quiso darle ese tono de tragedia mezclándose de esa forma estas dos ideas y así surgió finalmente la obra que se entregó al público.  Aun fue más distinto en Alemania, donde trabajé con elementos mucho más desnudos.  La escenografía era principalmente una gran caja abierta multiuso.  Siempre me sentí interesado por el espacio en el teatro y mi atención se fijó en la construcción de un solo objeto sobre el escenario.  El actor como lo más importante, el resto es un juego.  Por eso no me interesan mucho las performance porque son malos actores los que las hacen, sin embargo el buen actor es el motor.  Por eso es que abandoné el teatro ya que sentía que estaba totalmente demás allí.

 

En sus libros usted coloca varias preguntas para que el público las conteste.  Haciendo un ejercicio nos gustaría que respondiera un par de ellas, primero ¿los artistas son tipos molestos o más bien simples payasos?

 

Siempre he hecho esa pregunta porque de pronto me he sentido en las dos situaciones.  Cuando comienzan a halagarte, pero no entienden lo que hago.  Por ejemplo, me ha tocado estar en la inauguración de una exposición mía en la puerta y llegando una señora pituca me dice ¡que lindo! y ni siquiera ha entrado.  Entonces allí uno se transforma en un payaso.

 

Lo del "tipo molesto" y que me traten así, bueno eso lo viví en carne propia cuando fui prisionero durante el comienzo de la dictadura.  Pero más que las respuestas, como les dije antes, lo más importante para mí es el proceso de reflexión al que se somete le gente frente a la pregunta.

 

Muy interesante es esa actitud  de "pasarle la pelota" al espectador cuando, por ejemplo, firma una página en blanco y lo invita a dibujar algo allí o al revés, cuando le pregunta si se atrevería a firmar una obra suya.

 

Yo quiero que el espectador se meta en la obra y en el proceso creativo y que bajen al artista del pedestal.  No sé si esa es una actitud "romanticona" en que muchas veces se desdice porque cuando se plantea que todo ser humano es creador y se les mete en el asunto, hay ocasiones en que no están a la altura o no se ponen seriamente en esa situación.  Quizás los más creadores son los niños, siempre es enriquecedor trabajar con ellos, es el colegio el que los hecha a perder.  Hace un tiempo hice una actividad con dibujos míos sobre versos de Eugenio Llona y se los entregué a los niños para que pintaran encima y hacerlos desaparecer.  Fue una experiencia bien dura porque mis dibujos ya no existen y quedaron debajo de estros otros, en una tumba y la losa son los dibujos de los niños.  Después he repetido esa experiencia, pero para que no fuera tan dolorosa empecé a imprimir los dibujos y sacar copias las que entrego para que pinten sobre ellas.

 

Otra de sus preguntas es ¿Cuando olvida o perdona la memoria?

 

Eso es casi un poema.  Es la situación en que estoy siempre.  Me preguntan si yo perdono y la verdad es que no lo sé.  Todo esto que ha pasado no creo que tenga perdón, sin embargo la memoria puede ir olvidando.  Incluso muchas situaciones personales las veo a la distancia como si les hubieran ocurrido a otro.  Me impresionan los testimonios que hoy vuelven a salir a la luz pública más que mi propia experiencia que ha caído en un cierto "olvido", pero perdonar, no.  Es que hechos como este en Chile y las grandes masacres en el mundo como el holocausto, Pol-Pot, etc, son tan terribles que sobrepasan todos los límites y eso no se puede perdonar.

 

Queremos agradecer su gentileza al haber conversado con nosotros y, como es común a todos nuestros entrevistados, ahora le ofrecemos una tribuna abierta para que pueda decir lo que quiera.

 

En general, me cuesta mucho cuando me enfrentan a algo así porque prefiero que mis trabajos hablen.  Entonces hay un encuentro más directo con las personas, incluso más que en las pinturas eso se da con los dibujos.  Me encantaría alguna vez mostrar todos mis dibujos, tengo cientos, quizás miles; pero también eso produciría un desgaste, la gente no es capaz de mirar todo.  Sin embargo, quiero invitar a todos a que vayan a ver mis exposiciones que es la única manera de mantenerme en contacto, y aún así me pregunto ¿para qué?, ¿qué interés puede tener para el público saber lo que yo pienso?

 

Pero, hay una idea que yo suscribo y es que ninguna obra de arte está completa si es que no hay un público que la reciba.  No se verificaría el proceso de comunicación.

 

Claro, toda obra está hecha para un público.  Pero en el último tiempo he estado pensando que, tal como vivimos en estos tiempos con tanta indiferencia y después de Auschwitz (así como pensaba Adorno que después de Auschwitz  no se puede hacer arte) no sé si con lo que uno hace se estaría embelleciendo el dolor, o sea dándole una apariencia diferente.  Quizás sea más honesto destruir la obra y así mostrarla; o lanzarla a la gente para que la patearan y se viera realmente el horror. Claro, se puede matar a un ser humano y pasa, pero si alguien le pega una cuchillada a la Mona Lisa va a ser reprobado por todo el mundo.  A veces me asaltan esas dudas.

 

Sería la última acción de arte.

 

Estas decisiones pueden parecer un poco ultristas y se unen a otro tipo de cosas...hace poco se suicidó un amigo nuestro, el escultor Félix Maluenda, se colgó un 10 de septiembre sabiendo que lo íbamos a enterrar un 11 de septiembre, o sea, buscó un nexo y una manera de expresarse.  Quizás tenía razón al hacerlo, estás cosas nihilistas pueden ser más incisivas, pero al final son ráfagas que pasan.

 

 

Algunos Poemas de Guillermo Núñez

 

Un tropel furioso ronda invisible

un rumor de alas,

teje lazos concéntricos

 

(NINGUNO, ABSOLUTAMENTE NINGUNO)

 

Un gesto imaginado,

un velo abriendo cercos

late desde este centro oscuro

 

(MÁS TARDE, EN ESA MISMA NOCHE)

 

Un jardín, seco, devastado, pisoteado

sin pájaros

 

(HABÍA ESTATUAS  -atadas-  EN ESE JARDÍN)

 

Jericó desmoronada desde dentro

por trompetas de silencio o de miedo

 

(YO ESTABA UNA VEZ SENTADO ALLÍ)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿QUE HAY EN EL FONDO DE TUS OJOS?

 

 

DIBUJE                                                                                                              EL DOLOR

ESCRIBA                                                                                                      LO IMPOSIBLE

RAYE                                           USTED TAMBIÉN                                                    LA LUZ

PIENSE                                                                                                                EL GRITO

ANULE                                                                                                             LA NOCHE

ROMPA                                                                                                          EL BLANCO

 

detrás están los ojos, la rabia o los sueños.

detrás está jamás o lo posible, está el horror

o un murmullo, un lento silencio o la luz,

el grito.

el grito es negro,

también el mar es negro.

allí la cordillera, el desierto, el miedo.

un paseo bajo la lluvia, una mano,

una taza de té,

de nuevo el miedo.

El miedo no es negro.

y en lo oscuro, lento, manso, de a poquito,

se muere como un rayito luminoso

detrás de la ventana.

afuera están los pájaros,

están las nubes y

no sabes si de veras está oscuro,

si de veras estás solo,

si de veras te mueres tan suave, quieto, sosegado

delante está la venda,

y más allá las armas vigilando y

los otros sentados como tú y

la venda y

detrás están los ojos, el dolor y los sueños.

 

PINTE                                                                                                           LA AUSENCIA

DESTRUYA                                                                                                   EL HORIZONTE

ESBOCE                                       USTED TAMBIÉN                                               EL VACÍO

CONSTRUYA                                                                                                   LA ALEGRÍA

SUEÑE                                                                                                              EL NEGRO

 

 

 

 

 

 

Ars Poética

 

amenazado 

denunciado

aterrado

angustiado

desamparado

amedrentado

traicionado

castigado

encerrado

traumado

ligoteado

silenciado

maniatado

encadenado

vendado

negado

numerado

vulnerado

amordazado

silensentado

pisoteado

repudiado

torturado

humillado

forzado

maltratado

abandonado

envenenado

mutilado

violado

descuartizado

masacrado

quebrantado

exterminado

llagado

quemado

incinerado

calcinado

ocultado

exiliado

borrado

olvidado