ELIGE ALGÚN
POEMA DE ALLEN
GINSBERG
PUNK
ROCK ERES TÚ MI GRAN LLORÓN..
DESAMOR..
CULPAR AL PENSAMIENTO..
NO ENVEJEZCAS..
CEREBRO DE BROOKLIN COLLEGE..
BLUES DEL CHIVATO..
AULLIDO..
PUNK ROCK ERES TÚ
MI GRAN LLORÓN
¡Me
chivaré a mi madre sorda! ¡Tírate al suelo
y
devora los pañales de tu abuela! Tambores,
qué
cristo, ¿va de Revolución?
¿Va
de Apocalipsis? ¿Reventar con Sonido Dinamita?
No
logro excitarme, ¡Más fuerte! ¡Más Inmundo!
¡Dame
por culo! ¡Chúpamela! ¡Córrete en mis oídos!
¡Quiero
esos rosados ombligos Abdominales!
¡Promete
que me asesinarás a Orgasmos en la cloaca!
Compraré
una entrada para tu club nocturno, ¡quiero que me crujan!
¡A
los cincuenta años quiero marcha! ¡Con látigos & cadenas &
cuero!
¡Azótame!
¡Bésame en el ojo! Mámame entero
desde
Mabuhay Gardens hasta el costa a costa de la CBGB
Desde
el cráneo hasta el dedo del pie Dame tu desnuda guitarra eléctrica
Punki
Presidente, devórate al F.B.I c/ tu bocaza.
Mabuhay
Gardens, mayo 1977
Trad. de
Antonio Resines
DESAMOR
El
amor se desgasta hasta la verdad desnuda
Mi
corazón me hirió mucho en mi juventud
Ahora
escucho latir mi verdadero corazón
Fuerte
y hueco golpeteo de carne.
Sentí
mi corazón malo como un dolor
Dolorido
en mis sueños y en carne viva al despertar
Besaría
a cada nuevo amor en el corazón
Temblando
lo abrazaría pecho contra pecho.
Besaría
su abdomen, besaría su ojo
Besaría
su vigoroso muslo de muchacho
Besaría
sus pies, besaría su rosada mejilla
Besaría
detrás de él desnudo dócil.
Ahora
yazgo solo, y un joven
Acecha
mi casa, a decir verdad no desea
Venirse
a la cama conmigo, en cambio
Ama
los pensamientos que hay dentro de mi cabeza.
Sabe
lo mucho que le valoro
Retiene
mi corazón, su doloroso capricho
Mira
a través mío con ojos burlones
Roba
mis sentimientos, bebe & miente.
Hasta
que yo vea la Verdad vacía del Amor
Vuelvo
mi pensamiento a mi desconsolada juventud
Escucho
mi corazón latido rojo en la cama
Grueso
y vivo, amor rechazada.
3 AM, 8 de
febrero de 1978
Trad. de
Antonio Resines
Allen Ginsberg y
la fotógrafa Elsa Dorfman
CULPAR AL
PENSAMIENTO, AFERRARSE A LOS FALSO
Soy
Santo Falso
revista
Santa Ram Das
Quién
en conciencia no es un Falso Santo, ¡Nadie!
El
12º Trunpa, Karmapa 16, linaje Dudjom de Padmasambhava,
el Papa Juan Pablo, la Reina de Inglaterra coronada con los
frívolos brillantes Diamantes Zafiros Esmeraldas, Ámbar, Ru-
bíes de la dignidad----
El
cielo es Falso Santo, azul corazón vacío
El
suelo de las praderas del valle de Sacramento tampoco es santo
tractores en medio del grano verde más alto que el encamisetado
jogger
Este
Volkswagen Falso Santo, los hilos de la luz de la matrícula
humeando cortocircuitados en la puerta del motor trasero.
Colilla
de cigarrillo con filtro aún humeante en el cenicero
No
son santos los muchachos de largo pelo al volante del autobús
Los
trabajadores concienzudos no Falsos Santos trabajadores por
doquiera tras mesas en oficinas de Plutonio
aplastando
moscas bajo emblemas plásticos del Flower-power
Conduciendo
por las carreteras de Ponderosa & Spruce hacia el
santuario del poeta en Kitkitdizze
Retiro
de Bedrock Mortar ---- el techo de cobre del templo de
Shobo-An sobre una ladera salpicada de bosquecillos de roble
negro ----
Discontinuo,
el pensamiento ----vacío----ningún daño----
De
culpar al pensamiento se aferraría a lo Falso----
Mal
No Nacido, El Ser & sus sistemas
Transitorio
intermitente con hiatos en Grass Valley deteniéndonos a
poner gasolina
El
Plutonio inmaculado, apocalíptico Cordero de Dios
El
espacio insensible repleto de verdes arbustos ---- nubes sobre signos
de Ranger Station
Variables
como el incienso.
7 de
septiembre de 1978
Trad. de
Antonio Resines
NO ENVEJEZCAS
I
Veintiocho
años antes sentados en el sofá del cuarto de estar me había
mirado fijamente, yo dije
"Quiero
ir a un psiquiatra ---- tengo problemas sexuales ---- homosexualidad"
Yo
había vuelto a casa por culpa de mis años difíciles de estudiante
Este era el fin de semana en el que hablaría con él.
Una
mirada sobresaltó su rostro, "¿Quieres decir que te gusta meterte
penes de hombre en la boca?"
Igual
de sobresaltado, "No, no", mentí, "no es lo que
significa"
Ahora
yacía desnudo en el baño, con el agua caliente desaguando
bajo sus piernas.
Peter
el de los hombros fuertes, en otro tiempo auxiliar de
ambulancia, le alzó
en
la alicatada habitación. Le secamos con toallas, los brazos bajo
los suyos, el albornoz sobre su hombro ----
se
tambaleó a través de la puerta hasta su alfombrado dormitorio
se
sentó en el blando borde del colchón, exhausto, y expectoró flema
acuosa.
Levantamos
sus hinchados pies blancos de talco, los pasamos por las
perneras del pijama,
atamos
el cordón en torno a su cintura, y mantuvimos la manga de
la camisa abierta para su mano, lenta.
La
boca hundida, su dentadura postiza en un plato, volvió la cabeza
desconsolado,
alzando la mirada hacia Peter para sonreír, "Jamás
envejezcas"
II
A
instancias mías, vino mi sobrino mayor
a
hacer compañía a su abuelo, tal vez incluso a pasar la noche en el
apartamento.
No
tenía trabajo y de todas formas no tenía hogar.
Pasó
toda la tarde leyendo periódicos y viendo películas antiguas.
Más
tarde, el ocaso, la televisión silenciosa, nos sentamos en un sofá
de suaves almohadas,
Louis
se sentó en su sillón giratorio que podía inclinarse hacia atrás ----
"¿Y
qué clase de trabajo buscas?"
"De
lavaplatos, pero alguien me contó que te deja la piel de las manos
escamosa y roja"
"¿Y
qué tal de chico de los recados?" Su nieto había terminado la
escuela secundaria con notas demasiado bajas para la Universidad.
"El
estar en edificios con aire acondicionado y luz fluorescente es
malsano".
El
hombre agonizante le miró, asintiendo al ejemplar.
Comenzó
con sus consejos. "Podrías ser taxista, pero, ¿y si un coche
chocara contra ti? Dicen que también pueden atracarle a uno.
"O
podrías buscar trabajo como marino, pero el barco podría
hundirse, podrías ahogarte"
"Tal
vez deberías intentar hacer carrera en el negocio de las hortalizas
pero podría escurrirse del estante un cajón de plátanos,
"podrías
hacerte daño en la cabeza. O si fueras camarero,
podrías
resbalar y caer con una bandeja llena en las manos & tendrías
que pagar los vasos rotos.
"Tal
vez deberías hacerte carpintero, pero podrías golpearte el pulgar
con un martillo.
"O
socorrista ---- pero la resaca de la playa de Belmar es peligrosa, y
podrías resfriarte.
"O
médico, pero alguna vez podrías cortarte en la mano con un
escalpelo lleno de gérmenes, podrías enfermar & morir".
Más
tarde, en la cama tras el atardecer, sin las gafas, le dijo a su esposa
"¿POr
qué no se peina? El pelo le cae sobre los ojos, ¿cómo es posible
que vea?
Dile
que se vaya pronto a casa, estoy demasiado cansado".
5
octubre 1978
III
Resignado
Un
año antes visitando a un hermoso poeta y mi gurú
Tibetano,
Invitados tras la cena admiramos
a
través de un gigantesco ventanal
las
luces de Boulder extendiéndose parpadeantes a nuestros pies en la
ladera de la montaña ----
Tras
el café mi padre bromeó cansadamente
"¿Vale
la pena vivir? Depende del hígado ----"
El
Lama sonrió a su secretario ----
Era
una broma antigua que yo había oído en mi infancia.
Después
quedó en el silencio, mirando el suelo
y suspiró, la cabeza penosamente humillada
hablando con nadie ----
"¿Qué puede uno hacer...?"
6
octubre 1978
Trad. de
Antonio Resines
CEREBRO DE
BROOKLIN COLLEGE
Para David
Shapiro & John Ashery
Solías
llevar peto & camisa azul de faena,
playeras
o zapatos de tela & viajar solo
en
el metro, joven & elegante extraoficial
bastardo
de la naturaleza, filtrando dulzura a hurtadillas en Brooklin
Ahora
una chaqueta de tweed & la corbata de tu padre en tu pecho,
camisa
de algodón rosa asalmonado & bolsón sueco
estás
medio calvo, paralítico labio & párpado inferior
lagrimeando
de continuo, has vuelto al College.
Adios
profesos Ginsberg, obtenga su tarjeta de
identidad
la semana entrante en la oficina central para poder
llegar
a su clase sin ser humillado arrojado a la
calle
por el guardia negro de la puerta de la Unión de Estudiantes.
Hola
Profesor Ginsberg tómese un café,
tómese
unos estudiantes, tómese unas horas de oficina
Martes
& Jueves, tómese un par de pases de metro
por
adelantado, tómese una taquilla en el Departamento de Inglés,
tómese
una mirada a Miss Sylvia Blitzer sentada a la máquina
Tómese
unos poemas, esto..., tal vez no sean del todo malos
páselo
bien en el taller Bodhicitta en el Aviario.
27 de marzo de
1979
Trad. de
Antonio Resines
BLUES DEL CHIVATO
Nací
en Wyoming, Cody es mi ciudad natal
Me
trincaron, el sheriff me pilló
Los
Federales me golpearon la nariz, me sentí como un sucio Payaso
Entregué
a mi hermana, tal y como me lo pidieron
Entregué
a mi hermano, tuve que hacerlo, ¿acaso no lo habrías hecho
tú?
Si
me dieran otra paliza, supongo que te entregaría a ti también
POr
favor, no me culpéis, me tuvieron pillado veinte años
Una
onza de hierba, me la plantaron en los oídos
Encontraron
una semilla y la regaron con mis lágrimas
Sacaba
sobresalientes en la escuela superior, el muchacho más listo de
la clase
Me
pisaron a los once, el culito más exquisito que se puedan imaginar
Nos
encontraron en la cama fumándonos un canuto de hierba
La
chica se echó llorar, a los de Narcóticos les gustó desnuda
Nos
pidieron que se la mamáramos, les dije que eso era demasiado
Nos
llevaron a la cárcel & nos acusaron de lujuriosos
Diez
años por resistirme al arresto, diez más por un canuto de nada
Diez
años muchacho, ¿empiezas a entender?
Los
Federales quieren dar un golpe sonado, oigamos cómo cantas
oink, oink, oink
¿A
quién conoces tú en la escuela superior, cuántos van de camellos
con
quién fumas? Queremos los nombres de los chicos
¡Van
a crujir a todos nuestros padres, como no lo impida el Buen Dios!
No
soy más que un pobre chivato, me pillaron en Wyoming
¡Cantaré!
desde Cody hasta Casper, hasta Riverton
Desde
Gilette a Powell soy una paloma al vuelo
¡Gobernador,
Gobernador sáqueme de este embrollo!
Presidente,
Presidente, despenalice los canutos.
Acá
en Wyoming los Sheriffs juegan sucio.
16 de abril de
1979
Trad. de
Antonio Resines
Carl Solomon,
Patti Smith, Allen Ginsberg y William Borroughs
AULLIDO
Por Carl
Solomon
I
He
visto los mejores cerebros de mi generación destruidos por
la
locura, famélicos, histéricos, desnudos,
arrastrándose
de madrugada por las calles de los negros en busca de
un colérico picotazo,
pasotas
de cabeza de ángel consumiéndose por la primigenia conexión
celestial con la estrellada dinamo de la maquinaria de la
noche,
que,
encarnación de la pobreza envuelta en harapos, drogados y con
vacías miradas, velaban fumando en la sobrenatural
oscuridad de los pisos de agua fría flotando sobre las
crestas de la ciudad en contemplación del jazz,
que
desnudaron sus cerebros ante el Cielo bajo el El y vieron
tambalearse iluminados ángeles mahometanos sobre los
tejados de las casas de alquiler,
que
atravesaron las universidades con radiantes ojos tranquilos,
alucinando Arkansas y tragedias de luz-Blake entre los
escolásticos de la guerra,
que
fueron expulsados de las academias por dementes & por publicar
odas obscenas sobre las ventanas de la calavera,
que
se acurrucaban amedrentados en ropa interior en habitaciones sin
afeitar, quemando su dinero en papeleras y escuchando el
sonido del Terror a través de la pared,
que
fueron aferrados por sus barbas púbicas al regresar por Laredo
a Nueva York con un cinturón de marihuana,
que
devoraron fuego en hoteluchos o bebieron trementina en Paradise
Alley, muerte, o hacían sufrir a sus torsos los tormentos
del purgatorio noche tras noche por medio de sueños,
drogas, pesadillas de la conciencia, alcohol y verga y
juergas continuas,
incomparables
callejones sin salida de trémula nube y relámpago en
la mente abalanzándose hacia los polos de Canadá &
Paterson, iluminando todo el inmóvil mundo del
intertiempo,
solideces
de salones en Peyote, albas de cementerio de árbol verde en
el patio de detrás, borrachera de vino sobre los tejados,
barrios de escaparates de locuras automovilísticas en
marihuana parpadeo de neón luz de tráfico, vibraciones de
sol y luna y árbol en los rugientes atardeceres de invierno
en Brooklyn, desvaríos de lata de basura y bondadosa
soberana luz de la mente,
que
se encadenaron a los ferrocarriles subterráneos para el interminable
trayecto entre Battery y el sagrado Bronx colgados
en benzedrina hasta que el ruido de ruedas y niños les
hacía caer temblorosos, con la boca como un erial y
bataneados, yermos mentalmente, despojados de toda
brillantez bajo la lúgubre luz de zoológico,
que
se sumergían la noche entera en la submarina luz de Bickford's,
salían flotando y desgranaban la tarde de cerveza rancia
en el desolado Fugazzi's, escuchando el estadillo del
apocalipsis en el jukebox de hidrógeno,
que
hablaban sin interrupción durante setenta horas del parque al
apartamento al bar a Bellevue al museo al Puente de
Brooklyn,
un
perdido batallón de conversadores platónicos saltando las barandillas
terminales de las escaleras contra incendios, desde
las ventanas, desde el Empire State, desde la Luna,
desbarrando
gritando vomitando susurrando hechos y recuerdos y
anécdotas y excitaciones oculares y conmociones de
hospitales y cárceles y guerras,
intelectos
enteros vomitados en deposición integral durante siete días
con sus noches con ojos brillantes, carnaza para la
sinagoga arrojada sobre el pavimento
que
se desvanecieron en la nada de la Nueva Jersey Zen dejando un
un rastro de ambiguas postales dibujadas del Ayuntamiento
de Atlantic City,
sufriendo
sudores orientales y crujidos de hueso tangerinos y migrañas
de la China bajo el síndrome de abstinencia en la
escuálida habitación amueblada de Newark,
que
vagaban sin tino a media noche en el cercado de los ferrocarriles
preguntándose dónde ir, y partían, sin dejar atrás corazones
destrozados,
que
encendían cigarrillos en furgones furgones furgones que traqueteaban
a través de la nieve hacia solitarias granjas en la
abuela noche,
que
estudiaban a Plotonio Poe S. Juan de la Cruz telepatía y kabala
bop porque el cosmos vibraba instintivamente a sus pies
en Kansas,
que
se lo hacían de solitarios por las calles de Idaho en busca de
ángeles indios visionarios que fueran ángeles indios
visionarios,
que
pensaron que tan sólo estaban locos cuando Baltimore refulgió
en sobrenatural éxtasis,
que
entraban a saco en limusinas con el Chino de Oklahoma
impulsados por la lluvia de invierno de farola de
media
noche de pueblo,
que
vagaban perezosos hambrientos y solos a través de Houston en
busca de jazz o de sexo o de sopa, y siguieron al
deslumbrante Español para conversar acerca de América y
la Eternidad, desesperanzadora tarea, y así embarcaron
rumbo a África,
que
desaparecieron en los volcanes de Méjico dejando tras de
ellos tan sólo la sombra de sus vaqueros y la lava y la
ceniza de la poesía esparcida en la chimenea que es
Chicago,
que
desaparecieron en la Costa Oeste investigando al F.B.I con
barba y en pantalones cortos con grandes ojos pacifistas
eróticos con su piel morena distribuyendo incomprensibles
panfletos,
que
se quemaban los brazos con cigarrillos en protesta por la
narcótica neblina de tabaco del capitalismo,
que
distribuían panfletos Supercomunistas en la Plaza de la Unión
sollozando y desnudándose mientras las sirenas de Los
Álamos les perseguían con sus aullidos, y aullaban por
la calle Wall, y el ferry de Staten Island aullaba también,
que
se derrumbaban sollozando en blancos gimnasios desnudos y
trémulos ante la maquinaria de otros esqueletos,
que
mordían a los detectives en el cuello y chillaban con deleite
en coches de la policía por no haber cometido más crimen
que su espontánea y salvaje pederastía e intoxicación,
que
aullaban de hinojos en el metro y se veían arrastrados de los
tejados enarbolando genitales y manuscritos,
que
permitían que los virtuosos motoristas les dieran por culo, y
gritaban de gozo,
que
mamaban y fueron mamados por esos serafines humanos,
los marineros, caricias de amor Atlántico y Caribeño,
que
follaban por la mañana por las tardes en las rosaledas y el césped
de los parques públicos y los cementerios dispersando
su semen libremente a quien quisiera viniera quien viniera,
que
hipaban interminablemente intentando forzar una risita pero
acabaron sollozando tras una partición de unos Baños
Turcos cuando el rubio desnudo ángel apareció para
atravesarles con una espada,
que
perdieron sus efebos a manos de las tres viejas arpías del
destino la arpía tuerta del dólar heterosexual, la arpía
tuerta que guiña el ojo desde el interior del útero
y la arpía tuerta que se limita a sentarse sobre su culo
y cortar las áureas hebras intelectuales del telar del artesano,
que
copulaban extáticos e insaciados con una botella de cerveza un
amante un paquete de cigarrillos una vela y caían de la
cama y continuaban por el suelo pasillo adelante y
terminaban desmayándose contra la pared con una visión
del coño supremo y la eyaculación eludiendo el último
hálito de la conciencia
que
endulzaron los coños de un millón de muchachas que se
estremecían en el crepúsculo, y al alba se encontraban con
los ojos enrojecidos, pero dispuestos a endulzarle el coño
a la aurora, exhibiendo relámpagos de culo bajo los
graneros y desnudos en el lago,
que
salían de putas por Colorado en miriadas de coches robados para
una noche, N.C., héroe secreto de estos poemas, follador
y Adonis de Denver -----regocijémonos en el recuerdo de
sus innúmeras jodiendas de muchachas en solares vacíos &
en patios traseros de restaurantes, en rechinantes filas de
cines, en las cimas de las montañas en cuevas o con enjutas
camareras en familiares alzamientos de solitarias enaguas
a un lado de la carretera & especialmente de sus secretos
solipsismos en los servicios de las gasolineras, & también
en las callejuelas de la ciudad natal,
que
se desvanecían en vastas y sórdidas películas, eran desplazados en
sueños, despertaban en un súbito Manhattan, y salían a
duras penas de los sótanos con resaca de despiadado Tokay
y horrores de sueños de hierro de la Tercera Avenida &
iban tambaleándose hacia las oficinas de desempleo,
que
caminaban toda la noche con los zapatos llenos de sangre sobre
los muelles convertidos en bancos de nieve esperando que
una puerta en el East River se abriera a una habitación
llena de vaporoso calor y opio,
que
crearon grandes dramas suicidas sobre los farellones de apartamentos
del Hudson bajo el foco azul del tiempo de guerra
de la luna & serán ceñidas sus cabezas con laurel en el
olvido,
que
comieron el estofado de cordero de la imaginación o dirigieron
el cangrejo en el cenagoso lecho de los ríos del Bowery,
que
lloraban ante el encanto de las calles con sus carritos llenos de
cebollas y mala música,
que
se sentaban sobre cajas inspirando la oscuridad bajo el puente, y
se levantaban para construir clavicordios en sus
áticos,
que
tosían en el sexto piso de Harlem coronados de llamas bajo el
cielo tubercular rodeados de cajas de naranjas llenas de
teología,
que
garrapateaban todas las noches balanceándose y rodando sobre
elevados encantamientos que en la amarilla mañana eran
estrofas de desatinos,
que
cocinaban animales podridos pulmón corazón patas
rabo borsht
& tortillas soñando con el puro reino vegetal,
que
se arrojaban de cabeza bajo camiones de carne en busca de un
huevo,
que
tiraron sus relojes desde el tejado para emitir su voto por una
Eternidad fuera del Tiempo, & cayeron despertadores
sobre sus cabezas día tras día durante toda una década,
que
se cortaron sin éxito las muñecas tres veces consecutivas
abandonaron y se vieron obligados a abrir tiendas de
antigüedades donde pensaron que se estaban volviendo
viejos y se echaron a llorar,
que
fueron quemados vivos en sus inocentes trajes de franela en
Madison Avenue entre salvas de plúmbeos versos & el
enlatado estruendo de los férreos regimientos de la moda
& los chillidos de los maricas de la publicidad & el gas
mostaza de siniestros editores inteligentes, o fueron atropellados
por los ebrios taxis de la Realidad Absoluta,
que
saltaron desde el Puente de Brooklyn esto sucedió de hecho y se
alejaron caminando desconocidos y olvidados penetrando
en el aturdimiento fantasmal de las callejuelas de sopa &
coches de bomberos del Barrio Chino, ni siquiera una
cerveza gratis,
que
cantaban desesperados desde sus ventanas, se caían por la
ventanilla del metro, se arrojaban al mugriento Passaic,
se abalanzaban sobre los negros, lloraban por toda la
calle, bailaban sobre vasos de vino rotos con los pies
descalzos estrellaban discos de nostálgicos jazz europeo
alemán de los años 30 acababan el whisky y vomitaban
gimiendo en el ensangrentado water, con gemidos y el
estruendo de colosales silbatos de vapor en los oídos,
que
se lanzaban a tumba abierta por las autopistas del pasado
viajando a los puestos de observación, Gólgota de soledad
carcelaria de coches preparados de cada uno de ellos o
encarnación de jazz de Birmingham,
que
conducía campo a través durante setenta y dos horas para
averiguar si yo había tenido una visión o tú habías tenido
una visión para conocer la Eternidad,
que
viajaban a Denver, que morían en Denver, que regresaron a
Denver & esperaron en vano, que velaron a Denver &
cavilaron & se asolaron en Denver y finalmente lo
abandonaron para averiguar el Tiempo, & ahora Denver
siente añoranza por sus héroes,
que
se postraban de hinojos en desesperanzadas catedrales rezando
por su mutua salvación y por la luz y los pechos, hasta
que el alma iluminó su cabello durante un segundo,
que
se estrellaron a través de sus mentes en la cárcel esperando a
imposibles criminales de áureas cabezas y el encanto de la
realidad en sus corazones que cantaran dulces blues a
Alcatraz,
que
exigieron juicios de cordura acusando a la radio de hipnotismo
& se quedaron colgados con su locura & sus manos &
un jurado indeciso,
que
arrojaban ensalada de patatas a los conferenciantes de la CCNY
sobre el Dadaísmo y subsiguientemente se presentaban
sobre los escalones de granito del manicomio con las
cabezas afeitadas y un arlequinesco discurso sobre el
suicidio, exigiendo una lobotomía al instante,
y
recibieron a cambio el concreto vacío de la insulina el metrasol
la
electricidad la hidroterapia la psicoterapia, la terapia
ocupacional pingpong amnesia,
que
en desolada protesta se limitaron a volcar una única simbólica
mesa de pingpong, descansando brevemente en la catatonia,
regresando
años más tarde calvos de verdad a excepción de una peluca
de sangre, y lágrimas y dedos, a la visible condenación del
demente de los pabellones de las ciudades de locos del Este,
los
fétidos salones de Pilgrim State, Rockland y Greystone, disputan-
do con los ecos del alma, balanceándose y rodando en los
bancos de soledad de medianoche reinos-dolmen del amor,
el sueño de la vida una pesadilla, los cuerpos convertidos
en piedra pesada como la luna,
(******
al fin la madre) y arrojando el último libro fantástico por la
ventana del piso de alquiler y cerrada la última puerta a
las 4 a.m y estrellado el último teléfono contra la pared
a modo de respuesta y despojada la última habitación
amueblada hasta de la última partícula de mobiliario
mental, un papel amarillo se erguía retorcido sobre un
colgador de alambre en el armario, e incluso eso imaginario,
tan sólo una esperanzada pizca de alucinación----
ah,
Carl, no estaré a salvo mientras no estés a salvo, y ahora estás
realmente sumergido en la absoluta sopa animal del
tiempo----
y
quién por lo tanto corrió a través de las heladas calles obsesionado
por una súbita inspiración acerca de la alquimia de la
utilización de la elipse el catálogo, la medida & el plano
vibratorio,
quien
soñó y realizó vacíos encarnados en el Tiempo & el Espacio a
través de imágenes yuxtapuestas, y atrapó al arcángel del
alma entre 2 imágenes visuales y unió los verbos elementales
y puso al nombre y pincelada de la conciencia a
brincar juntos con sensación de Pater Omnipotens Aeterna
Deus
para
recrear la sintaxis y la métrica de la pobre prosa humana y
quedar ante ti mudo e inteligente y tembloroso de
vergüenza, rechazado y no obstante confesando el alma
para conformarse al ritmo del pensamiento en su desnuda
e inconmensurable cabeza,
el
loco vagabundo y el ángel laten en el Tiempo, desconocidos y no
obstante registrando aquí lo que podría quedar por decir
en el tiempo después de la muerte,
y
se alzó reencarnado en las fantasmales vestiduras del jazz en la áurea
sombra de las trompas de la banda y sopló el sufrimiento
por amor del desnudo cerebro de América convirtiéndolo
en un grito de saxofón eli eli lamma lamma sabacthani
que hizo estremecerse a las ciudades hasta la última radio
con
el corazón absoluto del poema de la vida sanguinariamente
desgarrado de su propio cuerpo, comestible durante mil
años.
San Francisco,
1955- 1956
Trad. de Katy
Gallego
|