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A Roque Dalton yo lo recuerdo riendo. Flaco, de un blanco
pálido, huesudo, narizón como yo, y siempre riendo. No sé por
qué siempre te recuerdo riendo, Roque Dalton. Un revolucionario
reidor. No es que los revolucionarios sean especialmente serios
ni mucho menos, pero es que él era un revolucionario
especialmente reidor. Se reía en primer lugar de él mismo. Se
reía de cosas ridículas de El Salvador, y siempre estaba
hablando de El Salvador y es que quería muchísimo a su país
“Pulgarcito” El Salvador. Se reía de la burguesía salvadoreña
naturalmente, y nos hacía reír a todos. Se reía de los jesuitas
con los que se había educado y en cuyo colegio había “perdido la
fe” (también se reía de esta expresión) para entrar al Partido
Comunista y también se reía de cosas de su partido Comunista.
(Pero de todos modos era su partido). Contaba historias
fantásticas de El Salvador que parecían inventadas, pero eran
ciertas. A un hombre lo tuvieron preso por varios años en una
cloaca cubierto de cucarachas. Cuando lo sacaron de allí estaba
loco, y las cucarachas ya no le disgustaban en absoluto; se
sonreía beatíficamente, y para él estar lleno de cucarachas era
como estar lleno de mariposas. Roque Dalton una vez estuvo
preso y lo iban a fusilar. Además iban a hacer creer al Partido
que él era un informador y un agente de la CIA para que no lo
consideraran como mártir. Esa noche, aunque él no tenía fe en
Dios, él oró, se arrodilló en su celda y oró. La “suerte loca”
–decía él- hizo que esa noche hubiera un terremoto y se cayeran
las paredes de la cárcel, y él se escapó. Cintio Vitier y
Fina y yo nos reíamos de él diciéndole que nosotros dábamos otro
nombre a lo que él llamaba “suerte loca”, y él también se reía.
Roque Dalton estaba siempre de buen humor a pesar de los
horrores que había pasado, y de los horrores que lo esperaban
por delante y que él adivinaba. El compromiso de Roque
Dalton con la revolución era como un compromiso matrimonial.
Estaba desposado con la revolución. Su destino fue no sólo
cantarla sino también dar la vida por la revolución. Ahora
él está
encarnado en muchas vidas, está resucitado en la insurrección de
El Salvador. Está siempre riendo, a pesar de las masacres, a
pesar del llanto. Está riendo porque está triunfante. Es como si
hubiera triunfado ya. Roque Dalton pronto será parques
infantiles, escuelas, hospitales, será sus poemas escritos antes
y muchos otros poemas por venir. Roque Dalton será un pueblo
reidor y feliz de roque daltons. |
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