P R I M E R A   P A R T E

L A   B O H E M I A

p o r   V i c e n t e   G a b r i e l


 

 


 

 

 

Vicente Gabriel, poeta y diseñador, nacido en Santiago de Chile en 1982. Comenzó a escribir poesía a temprana edad, para un concurso de poesía en el colegio Altamira, en cual saco mención honrosa a los 9 años.

 

Desde diciembre del año 2012 hasta la fecha, organiza junto a Ingrid Córdova y Reinaldo Muñoz, el ciclo de lecturas poéticas: "Llégale aquí a mi guarida". Dichas lecturas tienen como fin el revivir la bohemia en nuestro país por sobre el carrete, abrir un espacio nuevo para la poesía y para quienes la escriben, y generar redes de solidaridad y apoyo entre artistas.

 

Hoy es editor de la revista digital  La Guarida y realiza talleres de distintos tipos. Junto al colectivo La Guarida, ha realizado dos lecturas hasta la fecha en contra la represión al movimiento estudiantil en las tomas de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile y en la toma de la casa central de la UTEM.

 


 

 

 

 

 

Bohemia es el nombre de una región rodeada de montañas, ubicada en la actual República Checa, que limita con Polonia y Austria, de población mayoritariamente atea, pero con una predominancia importante católica. Esta región es el origen de varios pueblos gitanos que se desplazan a lo largo de Europa, asentándose por tiempos cortos en Francia y España.

 

Cuando buscamos definiciones acerca de los gitanos en los distintos diccionarios, damos con definiciones y características tales como: "Se dice de los individuos de un pueblo originario de la India, extendido por diversos países, que mantienen en gran parte un nomadismo y han conservado rasgos físicos y culturales propios", "que tiene gracia y arte para ganarse las voluntades de otros", "que estafa u obra con engaño"  o "que pertenece a una raza nómada de piel oscura y cabello negro que probablemente procede de la India y que se extendió por Europa", entre otras definiciones.

 

Estos pueblos errantes, de cultura y costumbres muy distintas a la católica o cristiana occidental. Nómada, de vida nocturna, de trabajos informales,  de tradición oral, no alineados a un sistema educativo tradicional, de actitudes muy expresivas, con una cultura ligada al arte, a la danza, música y poesía, expresivos a la hora de manifestar sus emociones, una cultura que no le teme a los colores, entre otras características. Claramente no encajaban con el modo sobrio del cristianismo, ni con la idea de éxito y de productividad que exige una sociedad capitalista.

 

A estos pueblos asentados en la Francia del siglo XIX, se les llamo bohemios, debido a que venían de la región de Bohemia ubicada en la actual Republica Checa y a su extravagante cultura, que chocaba con el orden y el progreso que erguía la Torre Eiffel, que seguía los designios de Calvino y del catolicismo. Se trataban de pueblos que no se apegaban a la moral y las buenas costumbres de la época.

 

Es en este mismo tiempo, cuando el arte comenzó a dar un giro, que consistió en abandonar la búsqueda de la belleza por la belleza y  asumir una postura crítica frente a la realidad que veían y vivían. Así por ejemplo los poetas simbolistas, conocidos comúnmente como "malditos", realistas y naturalistas, comenzaron a hablar de realidades distintas a los paisajes de montañas, o señoritas en un verde césped, o de un poblado, de un atardecer, comenzaron a hablar de lo que pasaba en el pueblo, en los arrabales, en la vida nocturna, cafés, cabarets, bares, etc.

 

 

 

 

 

 

Afiche de Isaías Cabezón, 1919, litografía.

 


 

 

 

 

Desde mediados del siglo XIX, enfrentados a la concepción de progreso y éxito industrial, que Francia intentaba mostrar al mundo, los artistas de la época demostraban que no todo era lujo, pomposidad, belleza, extravagancia, sombreros de copa y dinero. También existía un lado oscuro de Francia, un lado oculto, aquel que florecía en la noche cuando las fábricas cesaban sus funciones. A esa vida nocturna, lujuriosa, de excesos, viciosa, pobre, inculta, entre otros calificativos, aquellos que predicaban la moral y las buenas costumbres, el orden y el progreso, a esa vida se le llamo bohemia.

 

Era una manera de descalificar, de decirles gitanos, en un uso que hasta nuestros días se emplea, al ocupar al pueblo gitano para descalificar o atacar a alguien, por eso no debe extrañarnos que una de las definiciones de gitano sea: "que estafa u obra con engaño". No estoy de acuerdo con definir al pueblo gitano de esta manera, pero el diccionario de la RAE, nos muestra cómo se da un mal uso a los significados y lo más probable es que si hoy en pleno silo XXI, existe una definición de carácter discriminatorio, en el siglo XIX las acepciones para gitano hayan sido peores.

 

Para las clases poderosas de Francia, artistas y gitanos estaban dentro de un mismo saco, y de eso los artistas en vez de resentir el golpe, lo hicieron propio.  Henri Murger escritor francés de mediados del siglo XIX, fue el primero en hablar o poner el tema de la bohemia en una obra artística, llamada "Escenas de la vida bohemia"! (1847-1849), que tuvo una versión teatral (La vida bohemia).

 

Esta obra empieza a describir una forma de vida poco común a la época, propia de los artistas y la acuña como una realidad autobiográfica, donde se describen cosas como: "no pagar deudas, irse a la cama sin cenar (o cenar sin irse a la cama), almorzar dos días seguidos, quemar manuscritos o lienzos en una chimenea sin leña, huir del casero y de los agentes judiciales, fabricar un palacio con un telón de teatro, conseguir diez francos para comprarle un ramo de violetas a una mujer". Esta novela define la bohemia como un movimiento cultural, una realidad existente distinta a la que dominaba en Francia, una realidad que constituye en sí una crítica a la forma de vida entregada por el capitalismo y el cristianismo.

 

Esta crítica se levanta al alero de los hechos ocurridos en Paris, conocidos como la "Comuna de Paris". Hecho histórico en que los trabajadores, artesanos, campesinos, obreros y artistas, tras la caída de Napoleón III tomaron el control de la ciudad de París y sus alrededores, de donde salió una experiencia empírica de organización obrera para poder controlar, administrar y mantener París sitiado durante dos meses aproximadamente. En dicha experiencia Marx y Bakunin entre otros, vieron que los trabadores tenían una forma de actuar distinta a los burgueses, una forma colectiva, solidaria, de conciencia de clases. Dicha experiencia sirvió para el surgimiento de las ideas comunistas (por la comuna), anarquistas y socialistas.

 

Este movimiento social y político, que buscaba la abolición de las clases sociales, repercutió directamente en el pensamiento de muchos artistas, quienes encontraron en el pueblo una realidad de la cual hablar y defender. A la vida nocturna propia de la clase trabajadora, los artistas solidarizaron con sus actividades políticas y culturales, a esa vida nocturna los artistas le llamaron bohemia.

 

Para 1870 Arthur Rimbaud, el niño maldito de la poesía, escribía su poema "Ma bohème" o en español  "Mi bohemia", donde define la bohemia ya como un ideal, una forma de enfrentar la vida desprendida de lo material o del éxito, una búsqueda de la felicidad en la sinceridad de las cosas, es decir, sin apariencias y sin mascaretas que la sociedad va cargando de prejuicios y discriminando entre las personas por las apariencias. Para Rimbaud un bohemio es alguien desprendido de lo material y de la represión social que implican la moral y las buenas costumbres.

 

La bohemia, iba tomando forma como una actitud de vida, transversal a muchas movimientos artísticos y vanguardias: Simbolistas, Realistas, Naturalista, Novecentismo, Románticos, Malditos, etc. La vida bohémica no estaba encerrada solamente en bares, cafés, prostíbulos, cabarets y fumadores de opio, sino que también en cites, ateneos obreros, sindicatos, juntas de vecinos y festivales.  La relación entre arte y política se vuelve un enamoramiento constante, debido a que los artistas se empezaron a empoderar de la realidad, y el rio de la bohemia se alimenta de estas  vertientes la política, la social, la histórica, la filosófica, la artística y la estética. Este romance se transforma en una complicidad peligrosa para los poderosos.

 

 

 

 

 

 

Café Suizo, Madrid, 1873.

 


 

 

 

 

En el país vecino de Francia, es decir España, pasaba algo similar, donde los más influenciados por la bohemia fue la generación del ´98 (de finales del siglo XIX), artistas sindicados como "la edad de plata de la literatura española", marcada por el modernismo. A esta generación de artistas pertenecen Miguel de Unamuno, Antonio Machado y Manuel Machado. Para los artistas del ´98 el lugar predilecto para juntarse a filosofar, discutir de política e intercambiar su arte, eran los cafés de Madrid.

 

Dichos cafés tenían las características de un bar sólo que la droga que se servía en ellos era el café, que por lo demás estaba de moda en la época. Se transformó en una tradición utilizar el café como lugar de reunión, para discutir, pasar el tiempo, y no sólo un sitio para consumir. Se trataba de un lugar de igualdad social donde no importaba la clase, sino más bien el debate y la discusión, esa misma que en las calles o en otros espacios no se podía dar entre miembros de distintas clases sociales, pero que en un café si ocurría y no era considerado como una falta de respeto a la moral y las buenas costumbres.

 

Cuando hablamos de bohemia no necesariamente hablamos de un grupo marginal de la sociedad, eso sería un prejuicio, una idealización negativa de un hecho que tiene muchas aristas, si bien en Francia nació de esta manera por el contexto político de la época, no siempre se desarrolló de dicha manera. El caso de Miguel de Unamuno es un buen ejemplo. Unamuno nos aleja del estereotipo vagabundo de Rimbaud.

 

Otra generación de artistas importante para la historia mundial, que practico la bohemia, fue la generación del ´27 (de 1927), se trata de una generación marcada por la existencia de vanguardias de distintos tipos( futurismo, surrealismo, cubismo, etc.) en la cual están  Federico García Lorca, Rafael Alberti, Luis Buñuel, Salvador Dalí, León Felipe, Vicente Aleixandre, Miguel Hernández, entre otros.

 

En el caso de Unamuno, la bohemia se convirtió en un espacio de discusión intelectual, que lo llevaría a pasar por una organización socialista en 1894 y luego a ser en 1900 rector de la universidad de Salamanca. También fue ministro de instrucción pública, decano y vicerrector en distintas universidades, siendo destituido de todos los cargos nombrados por sus críticas al rey, salvándose de ir a prisión por que se desterró voluntariamente a Francia en 1924. Unamuno regresaría a España, al instalarse la república y seria electo concejal, por la conjunción republicano-socialista para las elecciones del 12 de abril de 1931.

 

En el caso de los poetas y artistas de la generación del ´27, discípulos y alumnos en las universidades de la generación del ´98, la bohemia, los cafés de Madrid donde se encontraban con sus profesores fuera de las aulas, era un espacio de experimentación artística, un espacio de discusión sobre los límites del arte y su sentido. Un laboratorio donde levantar ideas en torno a qué es el arte y cómo debe enfrentar la realidad. Ambas generaciones se vieron marcadas y definidas por la guerra civil española.

 

El 5 de febrero de 1916 el artista Hugo Ball funda el Cabaret Voltaire en la ciudad de Zurich en el país neutral de Suiza, por consecuencia de la primera guerra mundial, varios artistas exiliados comenzaron a reunirse en dicho cabaret, buscando refugio y dando vida a un espacio abierto a la política y el arte. Allí llegaron artistas rumanos como Tristan Tzara y Marcel Jank, los franceses Marcel Duchamp y Jean Arp,  los alemanes Hans Richter y Richard Huelsenbeck, el finlandes Man Ray, entre otros.  Junto al anfitrión del lugar formaron la vanguardia dadaísta, que criticaba directamente el pensamiento de las ciencias positivistas y el arte burgués o de elite.

 

Para los dadaístas la guerra no solo había provocado la persecución hacia sus personas y el exilio, sino que también había matado el arte, la razón había llevado al ser humano al borde de su propia extinción y con ello había acabado con la belleza. Los artistas que componían esta vanguardia se consideraban incapaces de realizar arte, al declararse el fin de la belleza, la única posibilidad era atacar la lógica positivista que llevaba a la humanidad a su auto exterminio. Atacarla para demostrar lo ilógica que era la lógica positiva y por tanto era necesario generar un NO-Arte.

 

 

 

 

 

 

Grabado de 1894 que muestra un comité de estudiantes en el Café Voltaire.

 


 

 

 

 

Un no arte basado en lo ilógico es la negación de la negación primera (la guerra, el arte de elite y la ciencia positiva), es decir, la negación de la negación en sentido positivo, en otras palabras la aplicación de la dialéctica en el arte. Los dadaístas comenzaron en 1916 lo que llevaría a la revolución rusa al poder en 1917.

 

La realización de un no arte en la búsqueda del verdadero arte, alejado de la elite, un arte que involucrara lo social, desemboco en el surrealismo y en otras vanguardias. Si revisamos el arte actual  y lo analizamos en relación al dadaísmo,  nos daremos cuenta que la mayor parte del arte moderno esta atravesado por las ideas y estética dadá. Que hay una antes y un después del dadaísmo en la historia del arte y todo comenzó en una noche de bohemia.

 

Las historias mencionadas con anterioridad influyeron de manera directa en Latinoamérica y en Chile. Huidobro y Neruda son un buen ejemplo de ello. Vicente el Vanguardista amigo de Apollinaire y otros surrealistas y Pablo amigo de la generación del ´27, quien afectado con la muerte de Federico García Lorca decide traer a América del Sur a españoles refugiados de la guerra civil.

 

Entre estos dos poetas hay un tercero, el cual 1939 publicará artículos en el diario "La  opinión", manteniendo contantes polémicas con Pablo Neruda y Vicente Huidobro. Nos referimos a Pablo de Rokha. Este trío mantenía constantes encuentros, debates y discusiones, en lugares públicos que por lo general eran los bares de Cartagena o de Santiago centro.

 

En torno a esta bohemia, la cual también se daba en la música, la pintura, danza y teatro, se fue conformando un movimiento cultural que al asumir el poder el Frente Popular con Pedro Aguirre Cerda y Juan Antonio Ríos, se materializó en cargos de embajadores o de agregados culturales en distintas partes del mundo.

 

Este movimiento cultural fue madurando hasta llegar a la década del ´70, cuando asume Salvador Allende, para esa época personajes como Pablo Neruda y Volodia Teilteimboin eran parlamentarios de la república, Víctor Jara asumía como embajador cultural, Gonzalo Rojas era vicerrector de la U. de Concepción y encargado cultural con China, esto por nombrar algunos artistas.

 

Fue por esta razón que la dictadura militar chilena, al igual que todas las expresiones represivas a lo largo de la historia, atacaron directamente a la bohemia, impidiendo el derecho a reunión de los ciudadanos e imponiendo el toque de queda, el cual mataba toda actividad nocturna. Desde ese momento en adelante nuestro país quedo a la deriva nocturna, porque al retornar la "democracia" sólo se activó un hábito de consumo, de desahogo social el cual validó el carrete, "el tomar por tomar", "el tomar hasta reventarse", en una lógica "liberalizadora", pero desde el consumo.

 

El miedo y la desarticulación impuesta por el efecto de la dictadura, hicieron que en Chile la bohemia quedara al borde de la asfixia. Pero nuevos aires de bohemia resurgen, ligados a vientos nuevos que piden un cambio social, que dan cuenta del agotamiento de la constitución de 1980 y de la falta de derechos básicos como la educación gratuita y la salud, las injusticias, heredadas de la dictadura y de 25 años de gobiernos "democráticos" que sólo han preservado y mejorado lo hecho por la dictadura, hacen crisis.

 

 

 

 

 

 

De izquierda a derecha: Raúl Morales, Tito Palestro, Pablo de Rokha, Mario Palestro,

Mario Ferrero, Juan Godoy, Teófilo Cid, Nicomedes Guzmán y Mahfud Massis.

Fotografía de 1963, protagonistas de la bohemia chilena.

 


 

 

 

 

 

RESEÑA DEL AUTOR

 

Vicente Gabriel, poeta y diseñador, nacido en Santiago de Chile en 1982. Comenzó a escribir poesía a temprana edad, para un concurso de poesía en el colegio Altamira, en cual saco mención honrosa a los 9 años.

 

Más adelante, entre los años 1999 y 2001, en el colegio Latinoamericano de integración, como presidente del Centro de Alumnos, organizo el concurso de poesía Manuel Guerrero, en homenaje al profesor de dicho colegio que fuera degollado junto a José Manuel Parada y Santiago Natino, por la dictadura de Pinochet.

 

Ha escrito dos libros: La sombra del pasto en la arena,  A un paso de la risa y  Arte poética, todos publicados por el mismo de manera artesanal, a la edad de 15 años. La poesía política y social es la predominante en Vicente Gabriel.

 

Desde diciembre del año 2012 hasta la fecha, organiza junto a Ingrid Córdova y Reinaldo Muñoz, el ciclo de lecturas poéticas: "Llégale aquí a mi guarida". Dichas lecturas tienen como fin el revivir la bohemia en nuestro país por sobre el carrete, abrir un espacio nuevo para la poesía y para quienes la escriben, y generar redes de solidaridad y apoyo entre artistas.

 

Desde el año 2014 junto a otros poetas forma el colectivo La Guarida, el cual organiza la lectura poética La Guarida, la cual es una etapa nueva de la lectura anterior y que tiene los mismos objetivos.

 

Por otra parte Vicente Gabriel desarrolla videos poéticos, junto a Alfredo Lavergne y Omar Cid, cuyo fin es tratar temas de carácter político y social, a través de la poesía. En YouTube se pueden encontrar dos videos, el primero se desarrolla en las tumbas de civiles que cooperaron con la dictadura chilena y el segundo consiste en una lectura poética en Villa Grimaldi.

 

Diseño para el primer aniversario de la lectura La Guarida el diario-regalo impreso en papel La Guarida y para el segundo aniversario el libro Florilegio Bohemio que antóloga a todos los poetas que leyeron ese año en la lectura. En el año 2015 fue parte del jurado del concurso de poesía de la editorial Verbo (Des)nudo.

 

Hoy es editor de la revista digital  La Guarida y realiza talleres de distintos tipos. Junto al colectivo La Guarida, ha realizado dos lecturas hasta la fecha en contra la represión al movimiento estudiantil en las tomas de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile y en la toma de la casa central de la UTEM.