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¿Qué papel le confieres al escritor (al artista en general)
dentro de la vida política y social?
Partamos diciendo que no creo en lo que yo llamo “arte de los
iluminados”, es decir, en ese tipo de arte exento de toda
influencia y que busca el goce estético “per se”. El arte nace
desde un Ser Humano que no se encuentra en un limbo de las ideas
exclusivamente; que vive, habita, construye y se construye,
deconstruye y se deconstruye, mil veces, en espacios concretos:
el cuerpo, la comunidad, el ámbito social y sus expresiones
institucionales o no institucionales. Desde allí, el arte y la
poesía; la palabra poética se vuelve intrínsecamente social y
profundamente política, en la más exacta de sus acepciones.
Entonces, según mi opinión, el rol del artista, del poeta
consiste en asumir su condición de Ser Humano a cabalidad y
develar los claro-oscuros de las cosmovisiones que constituyen a
los diferentes espacios de expresión humana. Si eso no es un
acto social, un acto político, la pregunta es: ¿para qué
escribir?
¿Cuáles son los referentes literarios o extraliterarios que
influyen en tu poesía?
A partir y en consonancia con lo expresado anteriormente, todas
aquellas manifestaciones que tienden a cuestionar, problematizar
y develar el devenir de Ser Humano, se han constituido en mis
referentes.
En lo literario, autores y corrientes como el Márques de Sade,
Los Malditos Franceses, El Romanticismo alemán, la “Trummerliteratur”,
el Teatro del Absurdo y posteriormente el Teatro de la crueldad
y la corriente “In yer face”, produjeron un fuerte impacto en
esta visión de mostrar a través de la palabra aquello que se
esconde tras “tras las cortinas” de la sociedad “correcta”;
aquello que no se quiere ver, ni cuestionar, ni siquiera
mencionar, pero que existente y se hace presente en las
cosmovisiones personales y colectivas.
En esa misma línea, la música ha sido otro gran referente a
través del rock y el punk especialmente, con ese discurso
frontal que se hace oír, a pesar o quebrando los silencios.
Los movimientos políticos y sociales, de denuncia y construcción
de nuevos paradigmas, abiertamente confrontados con la visión
capitalista y posteriormente neoliberal, así como también el
discurso de género, en oposición a las concepciones
patriarcales, forman parte sustancial de mi visión y
construcción del mundo y por lo tanto se encuentran como
fundamento de mis motivaciones para querer escribir, para llegar
a “decir” como alguna vez anhele desde niña. |
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