EXPLICO ALGUNAS COSAS.

                                          (Fragmento)

 

 

Preguntaréis: Y dónde están las lilas?

Y la metafísica cubierta de amapolas?

Y la lluvia que a menudo golpeaba

sus palabras llenándolas

de agujeros y pájaros?

 

Os voy a contar todo lo que me pasa...

 

Yo vivía en un barrio

de Madrid, con campanas,

con relojes, con árboles.

 

Desde allí se veía

el rostro seco de Castilla

como un océano de cuero.

                             Mi casa era llamada

la casa de las flores, porque por todas

partes estallaban geranios: era

una bella casa

con perros y chiquillos.

                             Raúl, te acuerdas?

Te acuerdas, Rafael?

                             Federico, te acuerdas

debajo de la tierra,

te acuerdas de mi casa con balcones

en donde la luz de junio

ahogaba flores en tu boca?

                             Hermano, hermano!

................................................................................

 

Y una mañana todo estaba ardiendo

y una mañana las hogueras

salían de la tierra

devorando seres,

y desde entonces fuego,

pólvora desde entonces,

y desde entonces sangre.

Bandidos con aviones y con moros,

bandidos con sortijas y duquesas,

bandidos con frailes negros bendiciendo

venían por el cielo a matar niños,

y por las calles la sangre de los niños

corría simplemente,

                            como sangre de niños.

 

Chacales que el chacal rechazaría,

piedras que el cardo seco

                            mordería escupiendo,

víboras que las víboras odiarían!

 

Frente a vosotros he visto la sangre

de España levantarse

para ahogaros en una sola ola

de orgullo y de cuchillos!

 

Generales

traidores:

mirad mi casa muerta,

mirad España rota:

pero de cada casa muerta

                            sale metal ardiendo

en vez de flores

pero de cada hueco de España

sale España,

pero de cada niño muerto

                            sale un fusil con ojos,

pero de cada crimen nacen balas

que os hallarán un día el sitio

del corazón.

 

Preguntaréis por qué su poesía

no nos habla del sueño, de las hojas,

de los grandes volcanes

de su país natal?

 

Venid a ver la sangre por las calles,

venid a ver

la sangre por las calles,

venid a ver la sangre

por las calles!