E f r a í n B a r q u e r o P r e m i o N a c i o n a l d e L i t e r a t u r a 2 0 0 8 . p o r D e m í a n M o r e n o |
El jurado ha decidido otorgar el Premio Nacional de Literatura 2008 al autor de "La mesa de la tierra" (1998), "El pan y el vino" (2008), "La piedra del pueblo" (1954) y "El pan del hombre" (1960) entre otros, Efraín Barquero.
A modo de homenaje al poeta reproducimos aquí un documento escrito en el invierno de 1984 por Demían Moreno, en donde escuetamente se grafica de forma muy clara los motivos y la forma de su escritura.
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Efraín Barquero, nació en Piedra Blanca, Curicó el 3 de mayo de 1931. Es uno de los poetas más significativos de la llamada generación del 50, a la que pertenecen entre otros Enrique Lihn, Jorge Tellier y Armando Uribe Arce; actualmente reside en Francia (aunque no descarta la posibilidad de volver a afincarse en Chile). Hay que decir que la producción de Barquero no es extensa, pero ha sido esencial su aporte al desarrollo de la poesía chilena contemporánea.
La poesía de Barquero está cargada de situaciones sencillas y cotidianas, por estar presentes en la realidad del hombre común, el poeta les da una belleza a estas situaciones, convirtiendo el poema en sí, en una imagen total, donde debemos descubrir y recrear todos esos elementos, para darle a la vida del hombre una calidad indiscutible; Barquero extrae todos estos elementos de una cultura dominada y les da un nuevo valor y jerarquía.
Tengamos presente que en poesía los elementos lingüísticos poéticos tienen un valor autónomo, porque cada palabra poética está llena de sentido, significación, sonido y emoción, que la diferencia de los elementos lingüísticos comunes, usados para comunicarnos, que carecen de valor autónomo. Así, Barquero, nos entrega otra dimensión de la vida cotidiana.
En esta poética, se refleja la vitalidad del poeta y su esencial concepción de la vida. Quizás toda la música en los poemas barquerianos, está más allá de la disposición de los términos y conceptos preestablecidos que puedan tenerse para leer esta poesía.
Sin duda, su "máxima" creación por la aceptación que ha tenido es "La compañera". Aquí nos muestra el poeta, con infinita pureza la actitud ante la mujer y lo hace manifiesto en el poema "Canto a esta mujer"
"Canto a esta mujer que me acompaña, hija hermana y madre ella misma, tierra de donde me alzo al sol primero y después dulzura que llena mis frutos"
Declara su amor a esa mujer en "Así es mi compañera"
"Así es mi compañera. La he tomado de entre los rostros pobres con su pureza de madera sin pintar"
Su concepción sobre la naturaleza del hombre y la mujer, lo expresa así:
"Semilla será el hombre, y la mujer, vasija, y en el día serán como dos caras, como la mano izquierda y la derecha, pero en la noche serán la bestia inmemorial de dos cabezas..."
Pero es en su libro "El viento de los reinos" donde penetra con un profundo universalismo la condición humana, aquí abandona la poesía circunscrita a lo "local e inmediato", para hurgar en el misterio del hombre. Este libro es producto de su estadía en China y los temas antes abordados en "La piedra del puebla", "El pan del hombre" o "Maula" son profundizados. Temas como la naturaleza, la mujer, el hombre, el niño, la ciudad, el pan, etc, etc.; porque es en el interior del hombre o las situaciones donde se encuentra la verdad y la belleza y no en lo invisible o superficial.
Todo esto lo expresa en el poema que da inicio al libro "El viento de los reinos", así nos dice:
...no verás mi desnudez que el viento cuida conmigo dormirás sin conocerme...
Termina identificando a Cristo como prototipo de hombre, y lo expresa así:
en él luchaban la rebelión, la dulzura, la piedra, la cólera era joven, viejo, sereno, triste incorruptible como el sol, como el fruto, como el pan era lo más desnudo que pudo existir.
Es cierto que en su poesía encontramos un deseo de rescatar lo sencillo y cotidiano del hombre; en su poesía hay una fuerza e inocencia que desborda los límites de la razón, están más allá de todo análisis.
Quizás uno de los libros que mejor nos ayudarían a comprender su poética y su sentido de vivir, es el libro "Arte de vida", aquí está presente, como relato autobiográfico, lo más descarnado y hermoso de su desarrollo.
Barquero, poesía sensitiva y substancialista, que escapa a lo retórico superficial y somero, nada más que un estilo particular de asumir la vida y la poesía como un todo. |
algunos poemas de Efraín Barquero |
Para males de amores dormir tres días, dormir con ropa puesta y luz prendida.
¿Y luz prendida?
Dormir tres días, sus manos y sus ojos que desvivían, desprender su fragancia con agua fría, en la mañana de los tres días.
¿De los tres días?
¡De tres mujeres con que dormiste estos tres días!
(Del libro "Maula") |
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Extranjero, detente en mis murallas contengo tantos muertos que entera soy de cal y espinas mi tempestad será de cenizas extinguidas hace siglos te quemaré como al caballo de la estepa.
Sarmentosa soy como la más pura claridad fiera como un terrible leprosario no verás mi desnudez que el viento cuida conmigo dormirás sin conocerme en mis rodillas dormirás el sueño devastado del invierno oirás sólo el tifón el puñado de los huesos enemigos que en mí no encuentran el reposo.
Para ti seré ausencia de raíces un río turbio, un fruto descarnado en mi manto hay un tambor que batiré por ti mientras existas hueso contra hueso morderás el arroz podrido del esclavo.
Olvidarán los hijos y los padres todo aquel que en mi pecho exprimido se formó en ti seré siempre este fragor del tifón en las estepas milenarias la sequedad, el frío de mis uñas el coro de mi hambriento en tus oídos.
En el hombre encontrarás refugio en el templo hallarás el aire que te niego junto a Buda la oscuridad de mi memoria de mí saldrás como has venido no verás sino mi anchura inabarcable no tendrás otra cosa que el silencio.
(Del libro "El Viento de los Reinos") |
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Si he de tener contigo un hijo, que éste llegue cuando nuestra casa sea toda la tierra.
Si hemos de dejar un heredero, que este venga para mirar sin asco nuestro mundo.
Si he de hacerte madre, que sea con amor y no con vergüenza de vivir y de ser hombre.
Si hemos de traerlo, conquistemos para él el derecho de ser libres para que después no nos maldiga.
Conquistemos la tierra donde habrá de crecer, para que después no nos olvide al no encontrar nuestras raíces.
Conquistemos la paz en que habrá de construir, para que después no nos desprecie al impedírselo sus propios hermanos.
Que nuestro hijo rasgue en dos tu vida y tu grito de dolor conmueva las estrellas; hienda en dos mi canto, y por mi herida entre el sol a todas las conciencias.
(Del libro "La Compañera") |
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