S e r g i o   P i n t o   B r i o n e s

P o e t a   V i s u a l


p o r   J o s é   Á n g e l   M u r g a 

 

 


 

Sergio Pinto Briones, también conocido como "Pinto" a secas, nació en  Santiago de Chile en 1977.  Actualmente reside en Barcelona.  

 

Tiene estudios de periodismo, Magíster en Literatura en la Universidad de Chile y Master en Documental Creativo en la Universidad Autónoma de Barcelona.  

 

Poeta experimental  (también en net-art), artista, ha colaborado en diversos medios escritos y en el terreno audiovisual ha incursionado en diferentes formatos: videoarte, el documental, el cortometraje, reportaje.  

 

Ha publicado "Barbaridades in Situ" con la editorial Emboscall (España) y actualmente está trabajando en su libro de poesía discursiva/concreta "El Balcón de la Planta Baja".

 

Las fotografías del autor que acompañan este reportaje son de Anouk Nitsche, (Suiza, 1978), fotógrafa de retratos y registro documental con exposiciones individuales en España y Suiza.

http://anouknitsche.blogspot.com/

 

 

¿Qué es para ti la poesía visual?

 

Es una vertiente de la poesía experimental que me permitió ahondar en distintos soportes de expresión que van más allá de los formalismos de la poesía convencional, discursiva, de ahí que he trabajado en el soporte papel como  también en el audiovisual. De esta forma, este tipo de poesía experimental me permite transmitir un discurso sumamente inconformista con la idea de que la palabra es la gran portadora de significados  ya que es abierta a medios como a interpretaciones, pues utiliza todos los elementos a su alcance para la eclosión de significados desde las palabras consideradas en su dimensión puramente plástica hasta las imágenes, códigos y símbolos que nos envuelven en la vida cotidiana. En ese sentido, recalco lo que señaló Creuzer  ya hace casi doscientos años en cuanto a que la humanidad ha utilizado el lenguaje simbólico, fundamentalmente a través de las imágenes, porque sólo ellas son capaces de captar lo más oscuro y misterioso de los sentimientos humanos.

 

 

¿Qué te hace catalogar tu trabajo como poesía y no como una obra gráfica?

 

En la poesía visual como en toda la poesía experimental  (ya sea también la poesía sonora, objetual, concreta, letrismo, net art, performance poético,etc) se produce una confluencia, unión de las distintas manifestaciones artísticas: pintura, música, video, teatro, poesía discursiva, etc. De ahí que un poeta experimental también es un artista, ya que se tiene que mover en todos esos distintos lenguajes.  Es mucho de intuición. Ya lo dijo en su momento Juan Eduardo Cirlot:: "…la poesía no depende del método….la poesía es previa. Y existe o no. ¿Discriminación? La de autor o lector. Si el primero no podría nunca asegurar que  "haga" poesía para el segundo, sí garantiza que la hizo para él".

 

Lo que hace un poeta experimental, es arriesgar todo por el todo como si estuviera en el interior de un laboratorio con materiales inflamables donde puede salir una explosiva manifestación como también algún soplo estético que quede sólo en recuerdo de una anécdota.. Por eso es necesario  siempre estar trabajando sin importar lo que diga la el resto.

 

 

¿Cuán emparentado te sientes con la poesía concreta brasileña?

 

Son muchas y me he contagiado con su estornudo y he tenido que luchar mucho para no tener  un dependismo literario arraigado en mi poesía y lograr así un propio camino. Fue aquí donde después muchos años de haber probado solitariamente con la poesía convencional (la cual aún sigo practicando), me dí cuenta que los pequeños poemas que hacía con letras sueltas, palabras mutiladas, cambio de letras en busca de otros significados y dimensiones poéticas tenía nombre. Fue un tremendo descubrimiento y me permitió experimentar concientemente con la palabra y ver su emancipación en la frase junto a su comportamiento libre en la página en blanco.

 

Los poetas concretos brasileños como Décio Pignatari, Augusto y Haroldo de Campos se adelantaron mucho más de lo que pensaban sus contemporáneos y  en ese sentido, comparto las palabras de Eduard Escofett, en cuanto a que  estos desfases temporales siguen siendo aún motivo de reflexión poética.

 

 

¿Cómo construyes un poema?

 

Por lo general trabajo primero con un concepto y luego busco la imagen mental. En mi caso una de las formas más recurrentes en la construcción de un poema visual es a través de la ironía. Intento no intelectualizar mucho el discurso, aunque por detrás tenga un trasfondo denso, ya que lo que menos quiero es que tenga el peso de un ladrillo. De ahí que me gusta que mi poesía  sea limpia, clara, que no tenga nada de barroquismos visuales, que no tenga ningún artefacto distractor de ahí que no utilizo fotografías. Es cosa de gusto en mi etapa actual. Tal vez cambie más adelante. No lo sé. Me intriga más la palabra y el símbolo puro y duro. Que duela verlos. Algunos llaman mi trabajo de minimalismo, sí, tal vez tengan razón, ya que me interesa la desnudez del lenguaje por sobre toda las cosas.

 

 

¿Cuáles son tus referentes literarios?

 

Este tipo de preguntas siempre son difíciles de responder, porque siempre queda gente fuera, así que me remitiré a mis referentes poéticos, ya sea experimentales como discursivos de forma aleatora. Fuera de Chile: Pignatari, los hermanos de Campos, Clemente Padín, Eduardo Scala, José Luis Castillejo, Eduard Escoffet, Jörg Piringer, Joan Brossa, Bob Cobbing,  Bartolomé Ferrando, Toni Prat, Saúl Yurkiévich. Juan Eduardo Cirlot,  Julio Campal, Edgardo Antonio Vigo, Benito del Pliego, Dick Higgins, Bp Nichol, Steve McCaffery, Ian Hamilton Finlay, Jorge Eduardo Eielson, etc.

 

Chilenos como: Dámaso Ogaz, Guillermo Deisler, Juan Luis Martínez, los poetas del  Foro de Escritores, Andrés Fisher, Enrique Lihn, Nicanor Parra, Vicente Huidobro, Claudio Bertoni, Armando Uribe, Diego Maqueira, Manuel Silva Acevedo, Rodrigo Lira, Gonzalo Millán, Santiago Elordi, Alejandra del Río, David Rosenmann-Taub, etc.

 

 

Háblanos de tus actividades como artista visual y gestor cultural.

 

Este en un mundo nuevo que descubrí más bien en Barcelona, ya que siempre había trabajo en el soporte papel, aunque en Chile hice algunos intentos audiovisuales, pero, de momento, por suerte, están bien guardados y tal vez algún día los retome.

 

Me inquieta trabajar con el tema de la poesía, el lenguaje, ya sea en registro documental, como el videoarte, así que intento siempre estar investigando y desarrollando ideas aunque muchas de ellas se pierden en el camino porque peco a veces de disperso.

 

Y si el tiempo me lo permite, intento llevar a cabo proyectos culturales con amigos, artistas y poetas que me gustan e inspiran mucho como es el caso de Clemente Padin, Martin Bakero o la exposición "Obras Publicas", de Nicanor Parra, a quien presenté, representando a la oficina de Arquitectos Parra y Edwards, diferentes propuestas expositivas en importantes museos de Cataluña y Valencia, sin lograr ninguna respuesta positiva, ya que éstos consideraban sus obras visuales muy locales.

 

 

 

 

¿En relación a tu trabajo y la comprensión de la poesía, cuál ha sido la visión que te ha dado estar fuera de Chile?

 

 

Esta experiencia me ha permitido reconstruirme. En conocerme nuevamente y madurar en lo poético. Partir de cero. El saber que había gente en Barcelona que estaba haciendo algo similar, me era muy gratificante. Todos los días se conocen cosas distintas aprovechando la cantidad de material bibliográfico como audiovisual, como también se conoce gente valiosísima, entre ellos, otros chilenos que trabajan muy laboriosamente por llevar a cabo sus proyectos, sin egos, con una humildad infinita, como el caso de Sebastián Schmidt, un cineasta que trabaja con la poesía a un nivel muy contemplativo, sin prisa, sin tiempo.

 

Cuando vivía en Chile, había una cierta indiferencia con la poesía de este tipo. La poesía experimental no se entendía y no la querían entender. La gente del parnaso chileno, tal vez creía que se estaba atacando a la sacra , santa palabra. Es cosa de ver como fue ingrato el ambiente con Deisler y con Dámaso Ogaz que recién hace unos años están siendo rescatados.

 

El hecho de vivir fuera, me hizo replantearme el trabajo poético, de relajarme, de tener paciencia y publicar cuando estuviera cien por ciento seguro, de ahí que tardé en publicar mi primer libro “Barbaridades in Situ”, ya que lo mastique mucho, después de armarlo y desarmarlo muchas veces.

 

 

¿Cuál es tu opinión sobre la poesía chilena actual?

 

 

La escena actual chilena es realmente buena. Hay distintas voces, muchas personalidades.  Todo un mundo. Gente muy talentosa que no para e incluso intercala sus trabajos poéticos con otros géneros. Sin embargo, creo que a grandes rasgos carece de experimentación, de adentrarse en otros terrenos. Y claramente que a falta de difusión y de espacios, es muy poco probable que los poetas puedan conocer y experimentar este tipo de poesía.

 

Gran aporte han sido a mi modo de ver, por ejemplo, los trabajos de Daniel Madrid y sobre todo los poetas del Foro de Escritores quienes como Martín Bakero, Felipe Cussen, Martin Gubbins, entre otros; han dado una bocanada de aire fresco al ambiente local; han abierto las ventanas de esta casa que, creo, le faltaba un poco de oxigeno.