LA REINA.

 

Yo te he nombrado reina.

Hay más altas que tú, más altas.

Hay más puras que tú, más puras.

Hay más bellas que tú, hay más bellas.

 

Pero tú eres la reina.

 

Cuando vas por las calles

nadie te reconoce.

Nadie ve tu corona de cristal, nadie mira

la alfombra de oro rojo

que pisas donde pasas,

la alfombra que no existe.

 

Y cuando asomas

suenan todos los ríos

en mi cuerpo, sacuden

el cielo las campanas,

y un himno llena el mundo.

 

Sólo tú y yo,

sólo tú y yo, amor mío,

lo escuchamos.